tag:blogger.com,1999:blog-84826337687793830262024-02-06T23:59:36.131-03:00Pasajera en tranceHistorias mínimas y cotidianas de una pasajera que vino al sur por fin, luego de anhelarlo largamente.Unknownnoreply@blogger.comBlogger41125tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-54647316468415196402019-02-16T19:54:00.000-03:002019-02-16T19:54:00.502-03:00Sin certezas qué ofrecer<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFLT7V0HkneH_HwXrYFl6L4FzBkE9FjvOrSJ3njkuBvdM7528yCv9gqY6cXxkiEZ5SOzZ8pb2Jb9UPO7lOwyGKqIVWl2tkv5kTYy64ZUHEkn22BTldbjzroUuYO29sK5-0ZgRivLKCa1k/s1600/IMG_9467.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; font-family: Calibri, sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" data-original-height="961" data-original-width="1280" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjFLT7V0HkneH_HwXrYFl6L4FzBkE9FjvOrSJ3njkuBvdM7528yCv9gqY6cXxkiEZ5SOzZ8pb2Jb9UPO7lOwyGKqIVWl2tkv5kTYy64ZUHEkn22BTldbjzroUuYO29sK5-0ZgRivLKCa1k/s320/IMG_9467.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No soy analista política. No soy abogada. No soy columnista de opinión. Soy psicóloga. Soy docente. Con base en lo primero, escucho, soy sensible. Con base en lo segundo, leo, leo mucho, trabajo desde una perspectiva que privilegia el análisis del discurso. Tengo preferencias pero no certezas. Actúo pero no soy militante. La mayor parte del tiempo opto por quedarme a un lado, ver lo que sucede, escuchar a los unos y a los otros, tratar de entender (cosa que casi nunca logro). </span></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 11pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS", sans-serif; font-size: 11pt;">No grito. No escribo en medios formales sino en blogs, en archivos de word o en cuadernos que no le voy a dar a leer a nadie. No hablo o publico algo más que cuando siento que ha llegado a mí alguna pequeña claridad. Reconozco el talento de otros. Hago eco de lo que me parece sensato o justo. No insulto a nadie. No caso peleas por deporte. Ni siquiera azuzo aquellas pocas en las que, por alguna razón, termino inmiscuida. Dudo siempre. Todo el tiempo. Me avergüenza a veces saberme “tibia” desde la perspectiva de muchos en un montón de temas. Pero al mismo tiempo agradezco ser así. No sabría, en cualquier caso, ser de otra manera. Me causan gran asombro los seguros, los que hablan sin parar y tienen un rosario de claridades sobre uno y mil asuntos. Los que se acuerdan de cada dato, de cada cifra, de mil ejemplos que les dan la razón. Hay de esos en todos los temas, del lado de todas las posiciones. También, los más, se dedican a creer y repetir. No saben mucho pero tampoco dudan. A las dos clases de seres les tengo algo de miedo. Han llegado a la certeza por vías distintas pero su comportamiento se parece mucho: la voluntad de poder, de imponerse. La necesidad de sentirse completos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 11pt;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al final, basta con ser psicóloga. O, por serlo, tengo poca esperanza en las ideologías. Sin embargo, sé que ciertos sistemas de ideas propician condiciones más plurales, aun si sus promotores y militantes actúan tan ciegamente como los individualistas a ultranza, los del club del egoísmo sin límites. Egoístas somos todos, sí, pero no del mismo modo. Y no solamente. Para alguna cosa nos ha servido el poder y el lastre del lenguaje. Pensamos. Nos damos cuenta. Podemos cuestionar y decidir. Imaginar. No hacerlo es actuar sin ética. O, para decirlo en términos que resuenen más en mentalidades capitalistas: es desaprovechar nuestra mayor ventaja evolutiva. </span><span style="font-family: Candara, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-47070086796341896332018-06-12T17:00:00.000-03:002019-02-16T19:54:52.621-03:00Medellín y su pasado<div class="text_exposed_show" style="caret-color: rgb(29, 33, 41); color: #1d2129; display: inline; font-family: system-ui, -apple-system, BlinkMacSystemFont, ".SFNSText-Regular", sans-serif; font-size: 14px;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Vengo a pedirles que escuchen algo. Lo van a encontrar al final de estas palabras. Es uno de los magníficos programas de la gente de <a href="http://radioambulante.org/category/audio/episodios" target="_blank">Radio Ambulante</a>, que sabe muy bien cómo contar historias. </span></div>
<div>
<span style="color: #1d2129; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="color: #1d2129; font-size: 14px;">La que los invito a escuchar es una historia que es la nuestra pero con la que no sabemos qué hacer. La de un pasado que, como tantos otros atroces y oprobiosos de Colombia, parece que no termina nunca de pasar. Que nos atraviesa, nos define y nos sigue desgarrando. Porque aunque le intensidad de la barbarie sea muchísimo menor, ahí sigue y nos amenaza con volver a desbordarse con la complacencia de los que creen en la venganza como camino, los que odian en nombre propio o ajeno, los que anidan resentimientos ant</span><span class="text_exposed_show" style="color: #1d2129; display: inline; font-size: 14px;">iguos que ya no son capaces de mirar para hacer algo constructivo con ellos. </span></span><br />
<div>
<span style="color: #1d2129; font-family: system-ui, -apple-system, BlinkMacSystemFont, .SFNSText-Regular, sans-serif;"><span style="caret-color: rgb(29, 33, 41); font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: 14px;"><br /></span></span>
<div class="text_exposed_show" style="caret-color: rgb(29, 33, 41); color: #1d2129; display: inline; font-family: system-ui, -apple-system, BlinkMacSystemFont, ".SFNSText-Regular", sans-serif; font-size: 14px;">
<div style="margin-bottom: 6px;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero el pasado hay que mirarlo de frente, hay que entenderlo, hay que hacerle preguntas. Limitarse a contemplarlo -como si el tiempo no hubiera seguido su curso-; negarlo -como si nada hubiera pasado- o pretender borrarlo -derribando sus testigos y sus marcas, como quiere el alcalde de la ciudad-, son estrategias que lo único que consiguen es mantenernos atados a él, padeciendo sus síntomas como una enfermedad que se llama ser nosotros, los paisas, los berracos, los que venden una loca preñada. Y vendemos, cómo no, la imagen del "capo", del "patrón", del que puso el mundo a sus pies... nos olvidamos de los miles que puso bajo tierra o en las fauces de alguno de los animales salvajes que tenía en su hacienda importados directamente de África aunque fuera ilegal. Porque en esta tierra, para algunos, para muchos, es ley el dicho infame según el cual "el que pone la plata, pone las condiciones". Todo se vende. Pregunte por lo que no vea. </span></div>
<div style="margin-bottom: 6px;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-bottom: 6px;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Dice uno, inocente e idealista, que ahí no hay nada qué admirar. Pero también de ese lugar hay que bajarse y preguntarse por qué, para tantos y tantos, sí lo hay y no sólo endiosan a Escobar y sus secuaces sino que los envidian. Otros, más pragmáticos, no llegan hasta allá y trabajan honradamente pero aceptan sin inmutarse pagar extorsiones ("vacunas" les dicen, una ayudita para no morirse antes de tiempo) y vivir bajo la amenaza constante de grupos armados que imponen cualquier cantidad de condiciones y que en cualquier momento pueden iniciar una confrontación a tiros con el combo que manda en la calle del frente. Y así vivimos hace décadas, como si fuera normal. Se nos creció el monstruo y pareciera que nos encariñamos con él. Porque será horrible, voraz, nefasto, pero es nuestro: paisa de pura cepa. Y Medellín es una chimba y el que hable mal de ella que se vaya a vivir afuera... o que se muera. Pero yo no me quiero ir -esta lejanía de ahora es temporal- y no me quiero morir sin haber entendido o, al menos, haber instalado suficientes preguntas. Porque preguntar, además, no es hablar mal y no es, por sobre todas las cosas, no querer a Medellín. Es creer en ella, en que tiene el potencial de ser distinta, de ser próspera y generar riqueza sin tener que recurrir a tanta muerte.</span></div>
<div style="margin-bottom: 6px; margin-top: 6px;">
<br /></div>
</div>
<iframe frameborder="0" height="290" scrolling="no" src="https://www.npr.org/player/embed/612457498/612978189" title="NPR embedded audio player" width="100%"></iframe> </div>
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-18625649850749930022018-06-10T19:44:00.000-03:002018-06-10T19:51:06.366-03:00Perderse<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_94CdiIce9doqINgE-E3bmBAkFXjJ9zH-KVrwFchwIOtmdtya1W_r9tfLW8Ugj8aSSyXMPLXEYWbrL7QxL5jOQMACbQZ2iBFwCPZmKFqmUIM38aua_qwwOaWRumR7HeSCWsma2j0lua4/s1600/unnamed.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="1374" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_94CdiIce9doqINgE-E3bmBAkFXjJ9zH-KVrwFchwIOtmdtya1W_r9tfLW8Ugj8aSSyXMPLXEYWbrL7QxL5jOQMACbQZ2iBFwCPZmKFqmUIM38aua_qwwOaWRumR7HeSCWsma2j0lua4/s400/unnamed.jpg" width="342" /></a></div>
<br />
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="background-color: white; caret-color: rgb(69, 69, 69); clear: left; color: #454545; float: left; font-family: "trebuchet ms", sans-serif; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;">
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;">Es fácil perderse en Buenos Aires porque Buenos Aires se parece mucho a sí misma. Y porque son demasiados nombres y me olvido. Es más sencillo orientarse en una ciudad con números: del uno sigue el dos; del seiscientos el setecientos. La lógica que ordena estos nombres me es ajena, así que cuando me alejo un poco de la pequeña zona que he alcanzado a dominar, me pierdo irremediablemente. Renuncio a Google y sus mapas por un rato. Avanzo. Leo nombres en vitrinas y paredes. Cuando siento que he ido demasiado lejos o me da la impresión de que las calles comienzan a ponerse hostiles, miro el siempre confiable celular. A veces entiendo, sé en qué dirección debería ir. Otras, no. Apuesto. Si me asusto mucho, tomo un taxi, le pido que me lleve a la casa que no es mía y subo corriendo las escalas. Al cerrar la puerta, respiro y tiemblo un poco. Estoy a salvo, tengo todo en los bolsillos. Pasarán muchos días antes de que vuelva a salir, y todo me parecerá raro y tendré miedo. Pero sabré disimularlo, como tantas cosas.</span><br />
<span style="background-color: white; color: #454545; font-family: "trebuchet ms" , sans-serif;"></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-77166824298124415622013-12-24T00:26:00.000-03:002013-12-24T00:26:04.988-03:00Últimas palabras<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_1fylQnkpLPovt4QdLQPuXeA50UFmej-rh_MJd47fzmgN0lexM2taWRg1oaLLZYpbNlIDJTP3B1Uroa5wyzvSFmTu9JpEsG8Z4BZCFihQn4dox5L6Io_4seawn5d3mbl6jSEjWbWnOvk/s1600/IMG_5627.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh_1fylQnkpLPovt4QdLQPuXeA50UFmej-rh_MJd47fzmgN0lexM2taWRg1oaLLZYpbNlIDJTP3B1Uroa5wyzvSFmTu9JpEsG8Z4BZCFihQn4dox5L6Io_4seawn5d3mbl6jSEjWbWnOvk/s320/IMG_5627.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Se acabó el viaje y, según
parece, también las ganas de escribir. Ellas se fueron antes, hace casi seis
meses ya, y no han vuelto. En consecuencia, tengo las palabras atrancadas y muy
pocas cosas qué decir que no haya dicho ya. O que no hayan dicho otros, que es
casi lo mismo en este tiempo de información pululante. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ya casi nada es tan especial como
para contarlo, aunque como vivencia personal sea maravilloso y reconfortante. Hago
hincapié en esto porque son dos cosas distintas. Poder viajar, vivir en otros
países, encontrarse de un momento a otro compartiendo con gente de mil lugares,
aprendiendo sobre lo que de común y diferente hay en los modos como somos y
vivimos, es algo que nadie debería perderse, que abre la mente, que lo sitúa a
uno en otra frecuencia y lo dispone a hacer cosas que en la sempiterna
seguridad de la tierrita y de la casa, probablemente no haría jamás. Enseña a vivir
con poco –a veces con lo mínimo-, a responder en serio por uno mismo, a ser
menos orgulloso y más solidario, a no ser ni tan miedoso ni tan melindroso, a
descubrir facetas que ni por casualidad se habían contemplado. Yo, por ejemplo,
le encontré el gusto a la cocina, y una de las amigas más entrañables que me
quedaron después de la experiencia (sí, Zelmilla, es con vos) me mostró que esa
transformación no era para nada nimia, que indicaba que no sólo había aprendido
a cuidar con esmero de mí misma, sino que ahora lo disfrutaba. Cuando ella me
conoció, en una casa en la que compartíamos habitación (otra cosa que nunca
había tenido que hacer en la comodidad de mi hogar), yo comía por deber y no
muy bien, y ella me miraba perpleja, me convidaba de sus vegetales y se ponía a
hablar del montón de significados que tienen los alimentos, su preparación, el
acto mismo de alimentarse. He ahí sólo un ejemplo, sencillo y trascendental, de
lo que me pasó a mí y por lo que digo que todo aquel que quiera y pueda,
debería tomar el riesgo de salir de los confines de su ínfimo universo
conocido.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlKhSBVxJ4FwNwdkPPiaS6eiXcCuguW46EQwEMQ9GirvRG0VgzVNfgJ70J9oowfiPsCLPTrs10OO2vOSnKMCROkhheAHEsAZsgsDeZglG_sbctdJ2wuUHZnEWgVVEnwghyphenhyphenZTTWyV3XT6Y/s1600/IMG_5782.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhlKhSBVxJ4FwNwdkPPiaS6eiXcCuguW46EQwEMQ9GirvRG0VgzVNfgJ70J9oowfiPsCLPTrs10OO2vOSnKMCROkhheAHEsAZsgsDeZglG_sbctdJ2wuUHZnEWgVVEnwghyphenhyphenZTTWyV3XT6Y/s320/IMG_5782.JPG" width="320" /></a>Lo que quizá no deberíamos hacer
todos es documentarlo, registrarlo, publicarlo como si fuera la cosa más
extraordinaria de la vida. Puede serlo, de la propia, pero es algo que ahora
viven tantos, hacen tantos, que es muy poquito lo que aportan nuestras
reflexiones de inmigrante, esa contabilidad minuciosa de las primeras semanas,
la perplejidad –y hasta el susto- cuando empiezan a llegar las estaciones y los
climas extremos desafían todo lo que alguna vez supimos de temperatura
corporal. Ante esas cosas generales decimos todos lo mismo, nos quejamos igual,
nos defendemos, regañamos a los que nos dicen que se están congelando en Santa
Elena* porque ellos no saben lo que es un invierno verdadero, y eso que los que
llegamos apenas a La Plata en Argentina tampoco tenemos idea de lo que es el
frío polar, cientos de kilómetros más abajo, o el frío perpetuo de los países
escandinavos. Pero esas cosas no son importantes y se pueden aprender en Wikipedia
o cualquier guía de viaje, y las realmente significativas pueden llegar a ser
tan íntimas que tal vez no nos animemos a contarlas o, si sí, tendrían un eco
escaso. Eso no tiene nada de malo, ni de grave, claro, pero de tanto ver blogs
y actividad en torno a lo mismo en tantas redes sociales, he llegado a sentir
que, al menos en mi caso y por un tiempo indefinido, ha llegado el momento de
callar. <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
No sé si es la nostalgia ante la
culminación del viaje –del trance-, si simplemente estoy cansada de exhibirme
por escrito, o si he descubierto que hay tantos y mejores blogs que el mío
sobre gente que se va, que he dejado de encontrarle sentido a mantener este. Entre
más navego por el mar de información y datos que es internet, más constato que
Kundera tenía razón cuando dijo que “gente hay mucha, ideas pocas”, que “todos
pensamos aproximadamente lo mismo”. Él lo dijo por allá, a principios de los
noventa, cuando las vidas de personas comunes y corrientes eran todavía
bastante anónimas, así que sospecho que no es que esa realidad haya cambiado. Es
sólo que ahora es una evidencia aplastante y yo prefiero no seguir redundando,
al menos no tan públicamente.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
-------------------------</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
*Santa Elena es una división rural
que pertenece a la ciudad de Medellín, en la que la temperatura promedio es de
14.5°C</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-31731019587916316632013-07-26T23:40:00.003-03:002013-07-26T23:40:50.193-03:00Póngale el almita al texto<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ya es hora de volver a decir algo. El silencio es hermoso pero no siempre es bueno. No es bueno cuando se torna permanente. Tampoco cuando es el resultado de un nudo en la garganta. Es horrible querer decir algo y no ser capaz, no atreverse. Es casi peor sentirse obligado a enmudecer, sentir que cualquier cosa que se diga carecerá de sentido o podrá ser usado en tu contra. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDrcI_09s3C6iWvn7RCnVVTGE_Cj6T_IMcr91fZMD1R4GJQ3ihMc6iz-dDTYFckppZR5ONIPzf8Aiis1y0PV4zy1TZAXp-zUbK04pZMeVXZ9bCCWsH7TztRbr1aUg2bASdqssSVQK9cs4/s1600/Fotos+iPod+002.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjDrcI_09s3C6iWvn7RCnVVTGE_Cj6T_IMcr91fZMD1R4GJQ3ihMc6iz-dDTYFckppZR5ONIPzf8Aiis1y0PV4zy1TZAXp-zUbK04pZMeVXZ9bCCWsH7TztRbr1aUg2bASdqssSVQK9cs4/s320/Fotos+iPod+002.JPG" width="320" /></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Un poco de todo eso me estuvo pasando en este tiempo. Eso y que las obligaciones académicas se han empeñado en absorberme y monopolizar mi capacidad de articular ideas por escrito. Cuando todo se vuelve tan serio, me empiezan a doler los dedos, me entristezco. No quiero que todo sea rigurosidad y fuentes citadas, me resisto a escribir únicamente artículos y capítulos de tesis. Por necesario y relevante que eso sea, hay algo que le falta; y eso que yo trato de ponerle almita a mis trabajos, de soltar aquí y allá algún subtítulo sugerente, de darle un ritmo cadencioso a las palabras, de jugar con sentidos dobles y hasta triples. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">De vez en cuando me encuentro con profesores que celebran esos pequeños guiños literarios, pero hay otros -casi siempre los más jóvenes-, que condenan mi tendencia a mezclar estilos y dicen, a veces con razón, que el trabajo analítico queda subsumido en los ejericios estilísticos. Ahora que lo pienso bien, esto me pasó desde muy temprano: en uno de los primeros cursos de la universidad, un profesor, cuando fui a preguntarle por qué había sacado 3.5 en un trabajo que me entregó sin una sola observación, me dijo: "Ah, vos sos la que escribe como Andrés Caicedo". Yo no supe si saltar en una pata de la felicidad por la comparación o sentarme a llorar porque iba a ser un fracaso en la academia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al final, no salieron tan mal las cosas y fui encontrando una especie de equilibrio entre decir las cosas bien y decirlas también bonito. A veces no logro ni lo uno ni lo otro, pero bueno... lo sigo intentado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-65284757808594423172013-03-12T18:04:00.000-03:002013-03-12T18:07:12.709-03:00Escribir es otra forma de callar<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLRAcLOVPeDbC_yAmmS-6qtPi9O2mhfAcaDAcSgkNGy0vyMt43w2xhFpLoIUHWHJ8c0o7INmBnBu2mamQixRUfFtvrriCiibmmnd9F9sv5neI5L_R2pMvMT99mdxsYV16McUTRlb5lkEI/s1600/iPod+Mardazul+311.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLRAcLOVPeDbC_yAmmS-6qtPi9O2mhfAcaDAcSgkNGy0vyMt43w2xhFpLoIUHWHJ8c0o7INmBnBu2mamQixRUfFtvrriCiibmmnd9F9sv5neI5L_R2pMvMT99mdxsYV16McUTRlb5lkEI/s320/iPod+Mardazul+311.JPG" width="240" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Varios reclamos sutiles me han hecho ya por lo abandonado que tengo el blog. Qué cosa sorprendente esa, que haya gente que se acostumbra a leerlo a uno y hasta lo extraña. Cuando empecé a publicar cositas que se me iban ocurriendo, no me imaginé que fueran a tener muchos lectores, y menos que algunos de ellos se iban a volver casi asiduos. Ahora que existen y me dicen que por qué no he vuelto a escribir, que los tengo decepcionados, se me abren algunos interrogantes sobre esa relación tan persistente pero a la vez tan inestable con la escritura que he tenido desde niña.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Comencé a escribir muy chiquita, quizá de tanto leer y también porque hablar me daba alguito de miedo, no me fluía gran cosa. En cambio llenar hojas con palabras me parecía de lo más sencillo, iba saliendo así nomás, como si todo eso que no decía a viva voz quisiera salir de otra forma, una silenciosa e íntima, pero exterior al fin y al cabo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Lo que sí es un hecho desde esa escritura temprana es que acontece cuando quiero, por oleadas espontáneas, y sólo a fuerza de mucha disciplina consigo domeñarla para que sirva a los trabajos académicos u otras producciones más formales, pero no es lo mismo. Por más que disfrute de escribir y, a fuerza de tanto hacerlo, haya terminado por adquirir cierta habilidad y corrección en su ejecicio, sería incapaz de convertirme oficialmente en escritora e incluso quienes se dedican a ser columnistas semanales de revistas o periódicos me despiertan tanta admiración como perplejidad, pues no me imagino a mí misma teniendo la responsabilidad de entregar puntualmente un texto cada ocho días, incluso si el tema es libre. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La meta que me puse cuando abrí el blog fue redactar al menos una entrada por mes, y ni eso he logrado cumplirlo, aunque tal vez se compensen los vacíos de algunos meses con aquellos otros en que publiqué dos o tres texticos. La verdad es que pensé que eso no iba a importarle a nadie ni sería notorio y es por eso que me ha resultado tan sorprendente que haya unos cuantos amigos que me preguntan cuándo es que voy a volver a escribir. Menos mal son amigos y no editores. Menos mal son personas a quienes simplemente les gusta leerme, pero no se lucran (como tampoco lo hago yo) de mis palabras. Ser escritor de tiempo completo, así, como un trabajo, debe ser de las cosas más difíciles del mundo.</span><br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYy4b8voJHShPLVkradivGYUwWYBtPcrIholsUKAvbkCdpCXH8cxVwh5EQ3fmO0CozE-FtBUL9NUFbaguKChRGuy4ELfZvlh-u2XF-FmLiTeuubexQdE_dnjgBnpj54io5Ey5zpuQwFZU/s1600/iPod+Mardazul+096.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhYy4b8voJHShPLVkradivGYUwWYBtPcrIholsUKAvbkCdpCXH8cxVwh5EQ3fmO0CozE-FtBUL9NUFbaguKChRGuy4ELfZvlh-u2XF-FmLiTeuubexQdE_dnjgBnpj54io5Ey5zpuQwFZU/s200/iPod+Mardazul+096.JPG" width="150" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Seguiré prefiriendo que escribir sea otra cosa, una forma de callar, pero expresando; un silencio con sentido que puede durar y ser leído aunque no suene, aunque no tenga eco. Escribiré cuando llegue el momento, cuando sienta que quiero o necesito hacerlo. Algo distinto no puedo prometer. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Volví para decir esto, para pedir disculpas y también paciencia, para dar las gracias a los que leen, y disculparme por las molestias ocasionadas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-32453048917519682012-12-11T23:14:00.000-03:002012-12-11T23:14:30.704-03:00No llores por mí, Argentina. (Hoy me toca a mí) <br />
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQzrU2VnRJQT7kRnJFSaWnYt5IAgQXwGsIAAs8TTaCFNqNNA69JiRpDdPPF1xyxfGmbiUHVqtCXac0Xp2m7BLHWCSW7ufnej3oRaoezaj6Tf-pdgf56EkYUnAZJHDB_K1xK0pz2rVtrbg/s1600/Obelisco_agua.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgQzrU2VnRJQT7kRnJFSaWnYt5IAgQXwGsIAAs8TTaCFNqNNA69JiRpDdPPF1xyxfGmbiUHVqtCXac0Xp2m7BLHWCSW7ufnej3oRaoezaj6Tf-pdgf56EkYUnAZJHDB_K1xK0pz2rVtrbg/s320/Obelisco_agua.jpg" width="240" /></a><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 17px;">Ya casi es hora de partir. De irme. De volver. Hace uno muchas cosas al tiempo cuando no es de aquí ni de allá, aunque más preciso sería decir que se es de dos lugares.</span><span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 17px;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 17px;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 17px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Adiós, Argentina y hasta la próxima. Me quedé sin dar muchos abrazos de despedida, pero bueno, llegarán después y más inmensos. Gracias a todos los que estuvieron al principio, los que me hicieron sentir como en casa desde que llegué, a los que fueron llegando, a quienes me hicieron reír, de quienes tanto aprendí. Gracias infinitas a los que me acompañaron en aquel infausto episodio del agua, los que se volvieron mi sostén y mi familia y me dieron motivos para quedarme cuando pensé que no iba a ser capaz de seguir. Gracias a los que estuvieron siempre, a los que fueron y vinieron, a los que escribían así no tuvieran tiempo de un café o un mate. </span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<span style="color: #333333; line-height: 17px;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 17px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No los nombro uno por uno porque la lista sería larguísima y porque no quiero que la memoria me juegue una mala pasada. La Maestría no garantiza nada cuando se llevan varios días sin dormir y la ansiedad se mezcla con la tristeza, con la incertidumbre, con tantos sentimientos que un viaje implica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
</span><div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKwXYlEmIWkjdsvDCjVfTXF7QUIR95ECyNNn9lFrxYbqx-9E80f1YwjsRZkck0anGw7LQjDGTwnTR-faf6sNsvKz_k8tGjUIMzChQhcU-ldKNq4wwtP7e-8KiwYnRiZgyL_mc1tU8QUh8/s1600/bandera+Arg.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="184" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKwXYlEmIWkjdsvDCjVfTXF7QUIR95ECyNNn9lFrxYbqx-9E80f1YwjsRZkck0anGw7LQjDGTwnTR-faf6sNsvKz_k8tGjUIMzChQhcU-ldKNq4wwtP7e-8KiwYnRiZgyL_mc1tU8QUh8/s320/bandera+Arg.jpg" width="320" /></a><span style="color: #333333; line-height: 17px;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 17px;"><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Gracias, en fin, a la vida, que me ha dado tanto, como canta una de las más grandes poniéndole voz a lo que escribió otra igual de inmensa. </span></div>
</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-66293902354245646452012-12-07T00:11:00.003-03:002012-12-07T00:17:20.395-03:00Descubriendo el agua tibia<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;">He descubierto que la consecuencia inevitable -y obvia por demás- de no ser de aquí ni ser de allá es que tampoco sé qué pasa cuando viajo: si me voy o si vuelvo. </span></span><br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjszhB8Gbpqh8VWnQ7ZHnV7D095f9Y6yYyPXJAHOgnUJVbokxjyC7MnMCB3Gs60pd0O0VsK74PWyilUf1hyphenhyphen3W6eddM5JBmQAYU76nkyH2OcQK1z8uFP429cBDYDaDOORnZ2umx-UpIa3Rs/s1600/maleta-viaje.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="130" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjszhB8Gbpqh8VWnQ7ZHnV7D095f9Y6yYyPXJAHOgnUJVbokxjyC7MnMCB3Gs60pd0O0VsK74PWyilUf1hyphenhyphen3W6eddM5JBmQAYU76nkyH2OcQK1z8uFP429cBDYDaDOORnZ2umx-UpIa3Rs/s200/maleta-viaje.jpg" width="200" /></a>Hago las dos cosas, por supuesto, pero ya no tengo claridad sobre cuál es el lugar de partida y cuál el de llegada y eso es lo raro de todo. Siempre me estoy yendo. Siempre estoy llegando. </span></span>
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;">Al final, la única certeza es que nunca me quedo.</span></span>
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span><span style="font-size: small;">Me acordé de una canción. Será mi himno temporal.</span></span>
<br />
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>EL EXTRANJERO</b></span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small;">(Enrique Bunbury)</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<br /></div>
<div style="line-height: 1.7; text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">Una barca en el puerto me espera</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">no sé donde me ha de llevar</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">no ando buscando grandeza</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">sólo esta tristeza deseo curar</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">Me marcho y no pienso en la vuelta</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">tampoco me apena lo que dejo atrás</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">solo sé que lo que me queda</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">en un solo bolsillo lo puedo llevar</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;"><br /></span>
<span style="line-height: 1.7;">Me siento en casa en América</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">en Antigua quisiera morir</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">poarecido me ocurre con con africa</span></div>
</span></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: small;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif; line-height: 27px;">Asilah, Essaouira y el rif</span></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 1.7;">Pero allá donde voy me llaman el extranjero</span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">dodne quiera que estoy el extranjero me siento</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"></span></span>
<br />
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;"><br /></span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><span style="line-height: 1.7;">También extraño en mi tierra</span></span></span></div>
<span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;">
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">aunque la quiera de verdad</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">pero mi corazpón me aconseja</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">los nacionalismos que miedo me dan</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">Ni patria ni bandera</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">ni raza ni condición</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">ni limites ni fronteras</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">extranjero soy</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">Pero allá donde voy</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">me llaman el extranejro</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">dodne quiera que estoy</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">el extranjero me siento</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">porque allá donde voy me llaman el extranjero</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">dodne queira que estoy</span></div>
</span></span><span style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;"><span style="font-size: small; line-height: 1.7;"><div style="text-align: center;">
<span style="line-height: 1.7;">el extranjero me siento</span><br />
<span style="line-height: 1.7;"><br /></span></div>
</span></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/zwx23naMFCg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-66526230808946783112012-11-04T23:03:00.000-03:002012-11-06T00:02:54.184-03:00Argentina y su cicatriz en mí<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Llevo días –meses ya- intentando
escribir sobre la quemadura que sufrí en agosto de este año. Todos los intentos han fallado, unos porque me
avasallan los recuerdos y me quedo sin palabras, y otros porque simplemente no
me gusta lo que sale. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Fue un jueves muy temprano, uno
de esos días que empiezan como todos pero que en un instante cambian el curso
de tu vida, alteran cualquier orden conocido y te recuerdan de la manera más
cruda que estar vivo puede llegar a doler mucho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">No voy a entrar en detalles que
he contado mil veces acerca de cómo pasó. Diré simplemente que iba a hacerme un
café, que calenté el agua más de la cuenta, que puse la taza donde no debía y
que por descuido y torpeza terminé volcándome toda el agua encima. En realidad ya era café, ya olía rico, a Colombia. Pero Colombia se me vino encima y me laceró de la manera más literal que lo ha hecho hasta ahora, me produjo el peor de los dolores que he sentido jamás.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Entre ese momento y aquel en que
por fin llegó alguien a ayudarme –era temprano, estaba sola en mi casa, casi no
encuentro quién pudiera venir hasta mi casa- todo es borroso. Sé que por un
instante me pareció salir de mí, no podía creer lo que pasaba y lo que sentía;
corrí al baño porque algo en mi memoria se activó y sabía que tenía que
quitarme la ropa antes de que se pegara de la piel ardiente y echarme mucha
agua fría. Ese fue quizá el momento más terrible de todos los momentos
terribles por los que pasé: ver cómo la piel se me desprendía y quedaba en
carne viva, rojísima, brillante, lacerante. (Todavía me estremezco cuando lo
recuerdo, rechazo la imagen que me llega, no quiero verla más). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Estuve a punto de desmayarme pero
de algún lado saqué fuerza y pude contenerme. Me senté en el suelo, respiré
profundo, me dije que estaba sola y que no podía darme el lujo de perder la
consciencia… nadie se iba a enterar de lo que me había pasado si yo no avisaba,
así que evité como pude que mi cuerpo cediera en su instinto primario de
desconectarse para no sentir. Vinieron chorros de agua y de lágrimas, una angustia
que crecía con el ardor, un sentimiento de desprotección sin límite. ¿Qué hacía
yo tan lejos de mi casa, de mi madre, de todo lo que alguna vez fue mío? ¿Qué
iba a hacer si nadie me contestaba el celular o veía mi mensaje, cómo iba a
llegar hasta la clínica si no podía caminar? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Al fin pude comunicarme con una
amiga que llegó un rato después, cuando ya estaba cubierta de ampollas. Mientras
esperaba, lloré desconsolada y llamé a mi casa por teléfono. En Medellín eran
las 6:30 de la mañana, así que fue la primera llamada del día. Me contestó mi
mamá todavía medio dormida y yo me desplomé apenas escuché su voz. Pobrecita
ella. No alcanzo a imaginar su angustia cuando escuchaba mis sollozos y ese
balbuceo en el que trataba de decirle que me había quemado, que dolía lo
indecible, que no sabía qué hacer, que por favor se viniera, que estaba sola y
desesperada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cuando mi amiga Lorena (ya casi
mi hermana, adoptada oficialmente por mi familia tras este episodio) llegó,
disimuló lo mejor que pudo su impresión por el estado de mi pierna y me dijo
sin pensarlo: “vámonos ya para el hospital”. De alguna forma pude caminar las
dos cuadras y ahí empezó el suplicio de las curaciones –dos diarias, de las
cuales solo la primera me la hicieron en el hospital-, el ritual de lavarme la
herida a la mañana y a la noche con un jabón nuevo cada vez y envolverme en
papel transparente y gasa para prevenir una infección, el miedo de dormir y
lastimarme al moverme, el desconsuelo cada vez que me miraba los primeros días
y seguía estando en carne viva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Pero más allá del dolor y la
impotencia, de las semanas sin caminar y los días en que sentía que no iba a
ser capaz de seguir lidiando con eso lejos de mi familia; más allá de los
litros de lágrimas derramados y los kilos perdidos, he de reconocer que me
sentí tremendamente acompañada, que muchos de mis nuevos amigos de aquí y muchos
también desde Medellín y otros lugares, hicieron cuanto estuvo en sus manos
para que el proceso no fuera tan difícil: me visitaron, me ayudaron con las
curaciones, se quedaron a veces a dormir conmigo, me llamaron todos los días,
me enviaron su energía día a día, me prepararon la comida, fueron a hacer las
compras de la casa y las de la farmacia, me hicieron reír y también lloraron
conmigo, me alentaron a no dejar todo tirado, cortaron aloe vera en la calle y
me enseñaron a extraer sus cristales, dieron junto a mí los primeros pasos el
día que volví a salir luego de un mes de encierro, me consintieron y me
ayudaron de todas esas maneras a que no se me fuera por completo la fuerza. Mi
casa parecía a veces la cumbre de las Américas y era maravilloso: México,
Chile, Colombia, Ecuador, Cuba, confluyeron en Argentina para no dejarme desfallecer.
A todos ustedes -los que vinieron, los que llamaron, los que escribieron, los
que preguntaron- infinitas gracias por estar ahí y haber sido mi sostén. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">***<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Ahora ya pasaron casi tres meses,
volví a caminar como si nada y sólo me quedaron los trabajos académicos acumulados
–de los que estoy saliendo poco a poco- y una cicatriz muy particular ella, en
forma de mapa de Argentina. Tanta obsesión por este país me terminó marcando no
sólo metafórica, sino también literalmente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Así es la vida. </span><o:p></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-65632047967121979472012-10-02T00:41:00.002-03:002012-10-02T00:41:56.493-03:00La ciudad de todos los contrastes<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Mi vida no ha sido ni la mitad de difícil que la de millones de personas en Colombia y, sin embargo, crecí entre el ruido de las bombas, con el miedo de las balaceras al lado de mi casa, viendo cómo en el barrio había cada vez menos gente y siendo testigo del esfuerzo que hicieron mis padres para conseguir una casa diferente y llevarnos a un lugar menos terrible para crecer. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">El miedo fue mi pan de cada de día; la paranoia, el signo indeleble de haber crecido en una ciudad donde la muerte acechaba en cualquier parte, en la que los combos dictaban hasta la hora límite para llegar a la casa bajo la amenaza de recibir un tiro si se estaba en la calle después de la hora que habían demarcado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">*****</span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hablo en pasado pero es sólo porque me estoy remitiendo a mis recuerdos. En realidad, las cosas no han cambiado tanto, y aunque las bombas dejaron de retumbar hace tiempo, los barrios siguen ardiendo y Medellín, pese a sus muchas transformaciones y a los avances en educación, cultura y atención social, sigue siendo una ciudad llena de sangre, de códigos oscuros, de fronteras invisibles y patrones del mal que se disputan ese aciago y rentable monopolio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Cuando me siento a leer libros de historia de Colombia y siento que no se refieren al siglo pasado sino que parecen escritos hace un mes, y cuando veo en el periódico que en Medellín -ahora, en pleno 2012-, hay escuelas de sicarios y niños que a veces son forzados pero que también deciden y quieren "estudiar" en ellas, me invade el desconsuelo y me dan ganas de irme a una montaña y no seguir fingiendo que entiendo alguna cosa o soñando que de verdad se puede cambiar algo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">*****</span></div>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">He aquí la noticia que me descorazonó esta noche: </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<a href="http://diarioadn.co/medell%C3%ADn/mi-ciudad/bacrim-habr%C3%ADan-montado-nuevas-escuelas-de-sicarios-en-medell%C3%ADn-1.26017" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">http://diarioadn.co/medell%C3%ADn/mi-ciudad/bacrim-habr%C3%ADan-montado-nuevas-escuelas-de-sicarios-en-medell%C3%ADn-1.26017</a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Y el contraste supremo: la misma Medellín, en el mismo momento, nominada a ciudad más innovadora del año </span><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><a href="http://online.wsj.com/ad/cityoftheyear">http://online.wsj.com/ad/cityoftheyear</a></span><br />
<br />
<span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">La amarga paradoja es que ambas cosas son ciertas, ambas imágenes diametralmente opuestas son facetas de ese solo espacio: mi puta y hermosa y amada Medellín a la que, pese a todo, no veo la hora de volver. </span></div>
Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-26648012449133337242012-08-09T00:07:00.000-03:002012-08-09T00:07:00.321-03:00Lo feo de ser paisa<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Reproduzco hoy un escrito de <b>Clarita Gómez de Melo</b> que conocí hace un tiempo cuando andaba buscando antoioqueños que no fueran regionalistas, que no gritaran a grito herido que "Medellín es una chimba" y se pasaran los días comparándose con los colombianos nacidos en otros departamentos para demostrar su pretendida superioridad que hasta los ha llevado a hablar de la existencia de una "raza antioqueña". La encontré a ella y descubrí en sus palabras muchas cosas que comparto y que también me parecen feas y a veces me avergüenzan. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #666666; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Lo recordé a propósito de la difusión de un estudio que dice que los antioqueños son 80% europeos </span><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; -webkit-text-stroke-width: 0px; color: #666666; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;">(</span><span style="-webkit-text-size-adjust: auto; -webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: Trebuchet MS, sans-serif; font-size: small; font-style: normal; font-variant: normal; font-weight: normal; letter-spacing: normal; line-height: normal; orphans: 2; text-align: justify; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><a href="http://www.caracol.com.co/oir.aspx?id=279718">http://www.caracol.com.co/oir.aspx?id=279718</a>)</span><span style="color: #666666; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">, el cual -me temo- vendrá a alimentar ese regionalismo malsano que caracteriza a la región donde nací. Con ustedes, pues, <b><i>Lo feo de ser paisa</i></b>, en las palabras de Clarita Gómez de Melo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #0b5394; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="color: #741b47; font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">***</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN81DmLdA4Ikxli_CXhnBr-FcHR2tNq9vHaV6z2W4S2DKdfPg8blVDJHmW-DVsrZbq6a2HtkuyBm6aIKZS-A3fzj498x_4LlQxNq7kRCW_f5wR7NvfYHoFfuO-R8dcNvkokdjv9uH-0rM/s1600/MapaAntioquia.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN81DmLdA4Ikxli_CXhnBr-FcHR2tNq9vHaV6z2W4S2DKdfPg8blVDJHmW-DVsrZbq6a2HtkuyBm6aIKZS-A3fzj498x_4LlQxNq7kRCW_f5wR7NvfYHoFfuO-R8dcNvkokdjv9uH-0rM/s320/MapaAntioquia.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; line-height: 115%; text-align: justify;">Aunque muchos lo sepan y otros lo puedan adivinar, tengo que
comenzar diciendo que soy paisa. Claro que vivo en Bogotá, ¡pero es que nadie
es perfecto...! Soy psicoanalista y ese era antes un trabajo muy difícil en
Medellín, pues aquí gustaba mucho más la confesión, sobre todo porque es
gratis, y enciman el cielo. Y aquí corren para donde haya rebajas y den ñapas.
Las señoras antioqueñas nunca se sienten tan realizadas como en una
«realización» y le piden rebaja a un termómetro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Tengo que hablar, porque eso me pidieron, de lo feo del paisa.
Quizás esto habría quedado mucho mejor en boca de Tola y Maruja, que no son muy
típicos. Porque si hay algo que sea casi siempre feo es el humor paisa, y los
humoristas de emisoras y de televisión han sido casi siempre de esconder, una
vergüenza. Y Tola y Maruja, como Carlos Mario Aguirre, son tan buenos, tan
agudos, tan ingeniosos, que no parecen paisas, aunque se apoyen en todo lo de
aquí. Ya que me fui por este camino, sigamos con el humor. Los antioqueños nos
reímos fácilmente, y tal vez por eso ha sido poco el esfuerzo en este campo.
Los chistes antioqueños se distinguen sobre todo porque son burdos, simples,
sin ingenio. Como en todo, hay excepciones, pero la mayoría de los chistes
buscan la risa con la simple vulgaridad, la palabra fea, la ordinariez. Esto es
cuento viejo: algunos de los chistes más viejos de la región son los de
Cosiaca. Son los chistes con los que se ríen los niños de ocho o nueve años en
todo el mundo, pero los antioqueños quedamos aficionados a ellos para toda la
vida. Fuera del chiste burdo, el humor antioqueño se distingue por cierta
vitalidad de las locuciones, frases hechas y refranes. No se espera de un paisa
que haga un buen chiste en la conversación, que sea realmente ingenioso. En los
estereotipos regionales y nacionales, el ingenio es obligatorio en la
conversación inglesa y en la bogotana, aunque hay que decir que es una
obligación que ya no se obedece mucho, al menos en la capital. Lo que se espera
del paisa es más bien que pueda repetir con cierta oportunidad los chistes y
refranes que ha oído y sobre todo las exageraciones. El paisa chistoso es el
que repite y se sabe muchos de estos dichos. Los refranes pertenecen a una
tradición popular antigua: fueron traídos de España en su mayoría, a veces
adaptados localmente, y algunos, posiblemente muy poquitos, han surgido aquí.
El único refrán que es con seguridad invento local es «antioqueño no se vara».
Lo que sí se están inventando son exageraciones y comparaciones. Algunas son
más o menos viejas e ingeniosas y se han vuelto lugares comunes: «más fácil
hacerle un nudo a un banano», «trabaja más un gorgojo en una lápida», «más
amarrado que casa de bahareque». No son frecuentes en autores como Carrasquilla
o Efe Gómez, lo que hace pensar que se pusieron de moda a mediados del siglo
XX. Pero parece haber un empeño casi industrial de inventar más y más
exageraciones y comparaciones, que producen cosas cada vez más simples, puras
aplicaciones de una fórmula, que además se practica en toda América Latina: los
argentinos, que tratan injustamente de quitarle a Antioquia la gloria de ser la
tierra del tango, también compiten produciendo exageraciones por encargo. Cito
algunos del Testamento del Paisa, que son pura reiteración: «más peinado que
Mandrake», «tiene más dientes una tajada de papaya», «tiene más dientes un
pajarito». En todo caso, así no sea tan exclusiva como creemos, la exageración
parece responder bien a los gustos de muchos antioqueños. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Uno de los rasgos más feos del rostro de los paisas es el
racismo. Un racismo suave y un poco vergonzante, pero ahí está. Las abuelas y
las mamás, si su hija es más o menos blanquita, siempre preguntan por el color
del novio. Los refranes son claros: «Negro con saco, se pierde el negro y se
pierde el saco», «Negro que no la hace a la entrada la hace a la salida». En
Carrasquilla están estos refranes, lo que muestra que son bien viejos: «los
negros a la cocina y los blancos a la tarima», «negro no la hace limpia». La
copla popular, que en general reitera el desprecio a los negros, alcanza por
excepción a musitar alguna respuesta: «Si vieres comer a un blanco/ de algún
negro en compañía/ o el blanco le debe al negro/ o es del negro la comida».
Aunque aquí había muchos negros y pocos indios, lo que hizo que los insultos, a
diferencia de Bogotá, sean con negro y no con indio, los indios no se escaparon
de los proverbios racistas paisas, y al menos dos o tres han sido comunes,
aunque han perdido su connotación peyorativa: «indio comido, indio ido», «que
porque el indio es pobre la maleta es de hojas». Este racismo es el más
elaborado de Colombia. Aquí se habla, desde hace mucho tiempo, me imagino que
desde Gutiérrez González por lo menos, de la «raza antioqueña». Nadie habla de
la raza bogotana o la raza caleña o la raza santandereana o la raza colombiana,
pues eso no existe, como no existe raza antioqueña. Sabemos que somos hijos del
mestizaje, en diversas dosis, y que son tan antioqueños los monos de Marinilla
como los negros de Remedios o Belmira (con su color azulado y sus ruanas, pues
son negros de tierra fría) o los mestizos más o menos aindiados de Frontino o
Urrao. Pero el mito de la raza antioqueña pretende que el valor de lo
antioqueño, sus cualidades, su antioqueñidad, provienen de que somos todos como
los ricos de Rionegro o Medellín, que eran un poco más blancos que los demás, y
que vienen de la sangre. No estamos muy seguros de qué sangre, pues unos dicen
que somos vascos, otros que somos judíos, y los historiadores a los que
pregunto me sostienen que el mestizaje antioqueño no es muy distinto del de
muchas partes de Colombia o la América Española, que mezclaron andaluces y
castellanos primero y luego se llenaron de vascos, a fines de la colonia. Aquí
hay quienes se imaginan que los vascos escogieron a Antioquia sobre el resto de
América, pero no es sino ver los directorios telefónicos de Santiago de Chile o
México para ver que tienen tantos vascos como nosotros, o hasta más. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp4UVTaup-ffMtC1hVkUi39J224toSKhw20pPVknvcvcP3nJSF5agSUvRlxUYBCnl6xBToCJo2i3ZMrM3pKbaGV5B4TsDYgm1Zt6bkKrSqUfsLT98NiLa6T7RQksqwnQrBd7bqn3QxBmw/s1600/bolso-108823.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhp4UVTaup-ffMtC1hVkUi39J224toSKhw20pPVknvcvcP3nJSF5agSUvRlxUYBCnl6xBToCJo2i3ZMrM3pKbaGV5B4TsDYgm1Zt6bkKrSqUfsLT98NiLa6T7RQksqwnQrBd7bqn3QxBmw/s320/bolso-108823.jpg" width="320" /></a></div>
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">A la idea de raza le han inventado, desde hace unos años, el
cuento de la «antioqueñidad», que es un esfuerzo de crear un estereotipo de las
costumbres locales. Y la antioqueñidad es una aplanadora, una avalancha de
lugares comunes que van convirtiendo al paisa en una caricatura. Esa
antioqueñidad, que es parte de lo feo de Antioquia, está hecha de lo
pintoresco, de un folclor más o menos convencional, de la exaltación del
carriel, de la música más pobre de la tradición popular, de la comida típica,
del aguardiente (para mejorar las rentas de la Empresa de Licores, que ayudan a
los políticos que promueven la antioqueñidad). La antioqueñidad trata de
convencernos de que somos muy especiales, muy originales en costumbres y
hábitos, que como en toda sociedad, son generalmente importados o comunes a
muchos otros. Para dar unos ejemplos, el carriel, que acabo de mencionar, fue
probablemente una bolsita de los mineros ingleses (carry all). La bandeja paisa
o plato montañero, que se llama así hace poco (en el testamento del paisa, que
es de 1961, lo llaman dizque «almuerzo de maromero»), la encuentro descrita
así: «el plato nacional está compuesto por arroz, carne desmechada y caraota».
Se llama pabellón y si se le pone un plátano maduro frito al lado se llama
«pabellón con baranda». Pero los venezolanos no pueden estar tan tranquilos con
su comida nacional, pues leo de un plato compuesto de carne o pollo en salsa,
acompañado de arroz, fríjoles, plátano maduro, ensalada, que se acompaña en
ocasiones con un huevo o con aguacate, según la época de mayor abundancia de
este último producto: es el plato nacional de Costa Rica, que se llama
«casado». El «oloroso tamal» de Juan José Botero es plato nacional en
Venezuela, México y Costa Rica, que yo sepa, y El Nuevo Herald de Miami dice
que los venezolanos, inventores de la arepa, están muy preocupados por la
competencia que les está haciendo en Miami la Quaker Oats. Esta antioqueñidad
tiene muy poco que ver con la cultura antioqueña real. Los escritores les
gustan muertos y canonizados pero no leídos. Como Carrasquilla, Efe Gómez o
León de Greiff fueron tan críticos de esa Antioquia de carnaval, los ponen en
los altares pero no los leen. Y no les mencionemos a Fernando Vallejo...
Mientras más antioqueñidad se promueve, menos se apoyan actividades culturales
reales, como las de la Biblioteca Piloto o los Museos. A los conciertos que
antes traía la Sociedad de Amigos del Arte los paisas prefieren hoy «El camino
de la vida», que los hace llorar a moco tendido. Porque lo que se está
exaltando es una cosa muy rara. Antes de los narcos, aquí había una cultura más
o menos austera, en la que la ostentación y el derroche eran mal vistos, que
trataba de mirar al mundo exterior, de aprender de los demás. Los narcos nos
enseñaron las virtudes del derroche, de la parranda escandalosa, de la
ostentación de generosidad para invitar a beber. Hoy ya no son tan importantes,
pero nos dejaron una herencia fuerte: lo que importa hoy en Antioquia es la
rumba y para las autoridades es más importante la fiesta y la feria que parar
la violencia o mejorar la educación. Aquí hay una bomba y mueren muchos, y la
televisión se llena de invitaciones a venir a tomar más aguardiente a mitad de
precio el día siguiente: ya ni siquiera le hacemos el duelo a los muertos. Y
por otra parte, cada vez me parece que la tentación de los paisas es mirarse el
ombligo. En esto, creo, hay un problema de inseguridad. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Toda ciudad, toda región, todo país, tiene cosas buenas y malas.
Hay rasgos antioqueños, desde el siglo XIX, que pueden ser feos. La gana de
plata era para muchos excesiva, aunque para otros era una forma de la virtud
del trabajo y del deseo de progresar, fuera de algo democrático: una sociedad
sin aristocracia donde la plata igualaba. Un viajero francés, Saffray, escribió
hace casi 150 años: «El dinero es lo único que da a cada cual su valor. El muletero
enriquecido llega a ser don Fulano de Tal; y si pierde su fortuna no ha de
imponerse privaciones para conservar su rango adquirido por casualidad; vuelve
a vestir su antiguo traje... El único término de comparación es el dinero: un
hombre se enriquece por la usura, los fraudes comerciales, la fabricación de
moneda falsa u otros medios por el estilo, y se dice de él ¡es muy ingenioso!».
Hace diez años en todas partes decían que un refrán local era «haga plata mijo.
Si puede, honradamente. Pero si no, haga plata, mijo...» Yo nunca lo había oído
y puede que se haya inventado hace poco, pero no dudo que hacer plata sí era
una obsesión local, y que muchas cosas buenas se sacrificaron por la plata.
Medellín, que tiene pedazos tan bonitos, pero tanta zona feísima, es una ciudad
pobre en espacios públicos, con muy pocos parques: el gran parque que podía
haberse hecho a los dos lados del río terminó pavimentado y los cerros se
seguirán llenando de gente. Aquí todo se tumbó para hacer lo nuevo encima: no
nos quedó ciudad colonial, no nos quedó ciudad del siglo XIX. Lo más viejo es
ya Prado, que no creo que aguante mucho. Tumbaron el Teatro Municipal, el
Junín. Los antioqueños somos los únicos que pavimentamos el río que cruzaba la
ciudad vieja, la quebrada Santa Elena, pero seguimos llamando al cemento «La
Playa». Un francés que tenía unas amigas que vivían en la Playa con el Palo
vino una vez a visitarlas, y trajo su vestido de baño... Y por la plata (no sé
si para hacerla o robarla) se hizo el adefesio del Metro por el Parque de
Berrío, que convirtió a la gobernación en un orinal y a la Candelaria en una
iglesita de pesebre, pues el altar es la estación. Ni en los Estados Unidos,
adoradores del becerro de oro, son capaces de poner una estación de metro
frente al Capitolio... Aquí se adora también el becerro de oro, y además lo
ordeñan pa´ vender la leche. Una de las cosas más feas de hace años fue el
«hacha que mis mayores...», la cual, según Efe Gómez, era lo más destructivo:
«El hacha del antioqueño y el caballo de Atila serán en adelante en la historia
los símbolos definitivos de la desolación; con la sola diferencia de que Atila
asolaba para saquear y los antioqueños para sembrar maíz. Y saquear ha
continuado siendo un magnífico negocio, en tanto que sembrar maíz no ha dado
nunca los gastos». Ahora se habla más de medio ambiente, pero cada que uno
recorre las carreteras que pasaban hace veinte años por entre selvas ve que la
cosa sigue progresando, aunque ya no es el hacha la que trabaja sino la sierra
eléctrica, que además sirve para otras cosas. Arriba mencioné que hay un
problema de inseguridad. Lo veo en que, frente a las cosas feas, la reacción
antioqueña es asumirlas como si fueran una maravilla. Le cantamos al hacha con
entusiasmo, cada que entonamos, con un entusiasmo que yo comparto, el himno
antioqueño. Creemos que Medellín, después de ese machetazo a la Avenida
Oriental, después del metro por el Centro, es la ciudad más hermosa del
planeta. Antes creíamos que tenía la catedral más grande del mundo, «de ladrillo
cocido». <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN6Yni1YLGA3Gl7FFyuINs49O_D-DV4ECLQa1BobQtUQANRnKusCaanGYCg3WU9t8S_MaT1uMF1xoPdKSGP9SkRyOw5IfIDnt9w3LMst1i4UNyPlA38_khI0sYkqpovkeXvLvWotk-TCA/s1600/LogoElColombiano.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhN6Yni1YLGA3Gl7FFyuINs49O_D-DV4ECLQa1BobQtUQANRnKusCaanGYCg3WU9t8S_MaT1uMF1xoPdKSGP9SkRyOw5IfIDnt9w3LMst1i4UNyPlA38_khI0sYkqpovkeXvLvWotk-TCA/s1600/LogoElColombiano.gif" /></a></div>
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Tenemos que exagerar para sentirnos tranquilos. Nos sentimos muy
chiquiticos si no repetimos una y otra vez que somos los mejores, los más
bonitos, los más verracos, los más ingeniosos del mundo, los más madrugadores,
los más trabajadores, los del ritmo paisa -que sólo sirve para levantarse
temprano, porque para bailar no es muy presentable: los antioqueños hemos sido,
aunque cada vez menos, muy reprimidos a nivel pélvico. No es sino ver alguna de
las páginas de presentación de Medellín en Internet, o los folletos turísticos,
para ver la capacidad que tenemos de decirnos mentiras para autoelogiarnos.
Aquí las cosas ya no son muy buenas o bonitas, sino «demasiado buenas» o
«demasiado bonitas»: en la gobernación hay un ascensor, el que lleva a la
oficina del gobernador, que tiene un letrero que le advierte a uno: «Este
ascensor es demasiado seguro». Y la exageración tiene por allá cierto dejo
trágico: la forma mayor de exagerar es decir que algo es horrible: «horrible de
bueno». Aquí si quieren elogiar al doctor Nicanor (Restrepo), seguro que dicen
que «tiene una cultura general horrible». Pero he oído decir que aquí tienen
hasta un edificio que es «horrible de inteligente». No quiero ejercer de
psicoanalista, pero una cosa que lo golpea a uno mucho en Antioquia es la
dificultad de los hombres para bajarse de la falda de la mamá. Aunque me
imagino que en eso hay mucho de mito y de exageración de periodistas, algo
había en el cuento de que muchos de los asesinatos de los adolescentes eran
para llevarle la nevera a la cucha. Que pa´que querían nevera: ¡qué más nevera
que esos maridos que nunca llegaban! En Medellín a ningún hombre le saben nunca
tan bueno los frisoles o la arepa de la señora como los de la mamá. Como las
mamás judías, cuando una de aquí regala dos corbatas y el muchacho se pone una,
le pregunta si fue que la otra no le gustó: son expertas en crearle culpa a sus
crías, que siguen pegadas a la teta. Claro que otro cambio que de pronto lo
debemos a ese cataclismo cultural que pasó aquí con la plata de la droga, es
que ya no nos gusta la belleza natural de las mujeres, sino la de silicona. Y
quién sabe cómo será el Edipo de estos muchachos de ahora, a los que la leche
les debe saber a plástico. Porque lo que es claro es que Medellín se está
volviendo la capital del mundo de la silicona. Y eso a mí no me parece bonito.
El poder de la mamá puede tener alguna relación con la fuerza que tuvo la
iglesia, y que fue bastante maluca: en Antioquia estaba prohibido bailar,
ponerse sweater, leer El Espectador y El Tiempo, ser liberal, separarse. A
quienes se salían un poco de las reglas de Monseñor Salazar y Herrera, Monseñor
Caycedo o Monseñor Builes, lo «pulpitiaban», y si una mujer se separaba y
trataba de seguir su vida la declaraban «mujer infame». Esto debe haber dejado
sus marcas. Y fue tanta la represión que el desquite fue completo: la
sexualidad se soltó del todo, y en algún momento el demonio, que antes se
quedaba en Puerto Berrío, se apoderó de los paisas. La gente dejó de hacer caso
a la religión y a algunos de los mandamientos, y las acciones de la Iglesia se
desvalorizaron. Fue tanta la crisis, o el influjo de Satanás, o el peso de esa
tradición tan propia del gusto por la plata, que la Arquidiócesis tuvo que
convertir el Seminario en un Centro Comercial. De manera que a los paisas los
cuidaban la iglesia, la mamá y El Colombiano, que hace años salía lleno de
fotos de curas y de mamás. De esta santísima trinidad tal vez lo que sigue más
sólido es El Colombiano, porque lo que es a la iglesia y a las mamás ya hay
muchos que no le comen cuento. </span></span></span><br />
<br />
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Tampoco me parecen bonitos algunos hábitos más bobos de los
antioqueños: a veces me asusta ese acento voluntariamente exagerado, esa gana
de mostrar que somos ordinarios, y en algunos jóvenes, ese cantadito de mamá
que tienen. Y los nombres compuestos que les gustan a los papás paisas: que
dizque Clara Victoria y Jorge Orlando. Y eso que no nos tocó la hora de la
verdadera antioqueñidad, la de los John, los William, los Morgan Echavarría y
los Orson Vélez. Quizá lo más feo del paisa es que queremos ser una tribu. En
cualquier ciudad, en cualquier región, hay gente de todas clases. Hay gente
buena y hay pícaros; hay gente simpática y antipática; hay personas generosas y
amarradas. Pero aquí exigimos que nos juzguen en bloque, que hablen de «los
paisas» o de «los antioqueños». Y por supuesto, reivindicamos como antioqueño
sólo la parte buena de la tribu: son antioqueños los deportistas que ganan, los
políticos que triunfan, los empresarios exitosos, pero no parecen antioqueños
los desempleados, ni los pobres, ni los empleados corruptos, ni los
delincuentes, ni las putas que tanto le gustan a muchos antioqueños. Y después
de enumerar el lado bueno, tratamos de inflar pecho con lo que algunos pocos
paisas hacen. Tratamos de vivir de la gloria de Fernando Botero o sentimos que
Juanes debe sus éxitos a algo que también hice yo. Y lo que nos emociona es que
les paren bolas en Miami o Nueva York, que se volvieron nuestra piedra de
toque. En realidad, hay sólo dos paisas que aparecen con frecuencia en los
periódicos de París o Nueva York: Fernando Botero y Fernando Vallejo. A los que
nos dan la oportunidad de lucirnos les perdonamos que se hayan ido, aunque con
esfuerzo. A Botero, que además dio ejemplo de generosidad a un pueblo más bien
amarrado, ya lo perdonamos; a Vallejo, como no hace sino hablar de lo malo y de
lo feo de Medellín, nos va a costar más trabajo... Tal vez si se ganara el
premio Nobel... Estos triunfos y orgullos vicarios tienen un problema: la misma
tribu, o raza como creen algunos, también ha hecho aportes tan importantes a la
vida nacional y a la cultura mundial como Pablo Escobar, Carlos Castaño o Pedro
Antonio Marín, un paisa que se cambió el nombre por el de otro paisa, el
concejal de Medellín Manuel Marulanda Vélez. <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkFWkfi64Ky3mr0JK1Gg609PQffUEQmOMd_LWJ4Bw444hSuLtHMmMsulGqGWn8Br5Bd8vPrPOWtfASyP9W6yfGV_CFYFErHF3hNyFIjnkqp1hzshbsjlyYAwkYrbG0xBDRbpbcKfSMnOM/s1600/botero.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhkFWkfi64Ky3mr0JK1Gg609PQffUEQmOMd_LWJ4Bw444hSuLtHMmMsulGqGWn8Br5Bd8vPrPOWtfASyP9W6yfGV_CFYFErHF3hNyFIjnkqp1hzshbsjlyYAwkYrbG0xBDRbpbcKfSMnOM/s320/botero.jpg" width="217" /></a><span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Somos muy ingeniosos e inventamos, antes de los talibanes, volar
un avión lleno de pasajeros inocentes, hemos llevado las masacres a un nivel de
desarrollo incomparable, con mucho espíritu de industria y organización. Según
esas páginas llenas de dulce melosería y de virtudes infinitas que describen a
los paisas en Internet, los antioqueños reciben con los brazos abiertos a todos
los extranjeros. ¡Claro!..., pero que cuiden la billetera, porque en esto somos
como toda la gente del Tercer Mundo, sólo que un poco más eficientes para el
chalequeo. Somos muy trabajadores, pero como lo ha escrito Fernando Vallejo la
más trabajadora ha sido, y en esto sí nos destacamos en el mundo, la muerte:
los antioqueños hemos mandado para el otro lado a casi 100.000 personas en
veinte años, más gente que los de la guerra de los Balcanes. ¡Esa sí es gracia!
El auge del narcotráfico, que para ser tan grande tuvo que usar muchas de las
virtudes de los paisas; la inmensa violencia que nos ha convertido en la tribu
que más homicidios ha hecho en su propia gente en este siglo (en Africa o los
Balcanes los muertos son casi siempre de otra tribu) nos han avergonzado
callada e íntimamente, y por eso ahora nos la pasamos hablando de cómo somos de
buenos, de inteligentes, de recursivos y de pacíficos. «Chicaniando», pero
siempre mostrando sólo la mitad de la moneda. Nos volvimos mentirosos, para
engañar a todo el que viene a Medellín, pero nos acabamos creyendo la mentira.
Y por eso, no somos capaces de arreglar muchos de los problemas que tenemos.
¿Cómo mejorar la educación, si estamos convencidos de que aquí es una
maravilla? ¿Cómo resolver el problema de la violencia, si creemos que ese es un
problema igual en todas partes y que Medellín tiene problemas, pero es lo mismo
que en Nueva York o Bogotá, donde también lo matan a uno? Pero no queremos ver
que en Medellín mueren 3.000 personas al año, cuando en Bogotá, que tiene tres
veces más habitantes, ya han logrado bajar la violencia a menos de 2.000 por
año. Pero para eso hay que reconocer que hay un problema. ¿Cómo desarrollar una
buena política cultural, si creemos que Medellín es la capital cultural de
América, cuando lo que tiene de verdad para mostrar es este Museo, que habría
podido ser muchísimo más importante, habría podido estar a la altura de los dos
o tres mejores de América Latina, si nuestros alcaldes y gobernadores hubieran
pensado que valía la pena meterse la mano al dril para sacarlo del abandono en
que lo tuvieron hasta que Botero anunció que la parte más importante de su
colección la iba a regalar a Bogotá? Pero es que cuando uno empieza, lleno de
inseguridad, a juzgarse en todos los momentos, a ver cómo nos atisban, a vivir
de cuenta de cómo nos valoran los extranjeros, y en especial los gringos, va perdiendo
autenticidad, la vieja autenticidad que estaba en las virtudes locales y de la
que habló Cayetano Betancur, y acaba movido sólo por la envidia, irritado por
las críticas, pensando que todo el que se va se vuelve un traidor, que si un
paisa critica algo es por razones personales, porque le pasó algo... <o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span class="apple-style-span"><span style="line-height: 115%;"><span style="font-family: Trebuchet MS, sans-serif;">Claro que yo también estoy mirando sólo la mitad del problema.
Pero fue que me pidieron hablar de lo feo, inevitablemente ligado a lo malo: ya
Platón identificaba lo feo con lo malo. Habría podido hablar de lo bueno,
porque hay muchas cosas buenas entre mis coterráneos, pero esa suerte la tuvo
Nicanor. Pero lo más malo de todo es que no hemos aprendido a entendernos en
toda nuestra realidad, que queremos engañarnos viendo sólo la mitad de lo que
somos y negando el resto. Ese es el espíritu de la llamada antioqueñidad:
mentirnos sobre nosotros mismos, reconocer sólo lo bueno, y llenarnos de una
mitología pintoresca y complaciente. Tenemos que demostrar que somos grandes.</span></span></span><span style="color: #333333; font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>Unknownnoreply@blogger.com12tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-13194311864330059092012-07-27T11:43:00.001-03:002012-07-27T12:18:34.417-03:00Las comillas son gratis<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzFueLbzsF6zTWNKdJnfhZrRb6hNZjW6Rg1lGRwvuLqv2ME12RTeO2fBBsTTLb5HWX7p7rOEfZ0m7ti0-85xi9CUQFriQYy_a4TO5yVGrV4MyHtmzxB-K5hToNdJ59ay3k8ObyL0Ulb50/s1600/comillas.gif" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="160" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzFueLbzsF6zTWNKdJnfhZrRb6hNZjW6Rg1lGRwvuLqv2ME12RTeO2fBBsTTLb5HWX7p7rOEfZ0m7ti0-85xi9CUQFriQYy_a4TO5yVGrV4MyHtmzxB-K5hToNdJ59ay3k8ObyL0Ulb50/s200/comillas.gif" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Este mes, pese a su nombre tan cercano a mis afectos y a quien jamás me canso de leer, las palabras me han sido esquivas. No tengo mucho de qué hablar, o no sé cómo hacerlo de un modo que valga la pena. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Pero ya que evoqué a Julio, comentaré brevemente un incidente que tuve en Twitter esta semana con alguien que lo fusiló despiadadamente, copiando fragmentos de una frase suya mezclados con palabras propias, no sólo sin usar comillas sino deformando una idea que había sido magistralmente expresada al comienzo del capítulo 18 de Rayuela:</span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<div style="text-align: center;">
<i><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><b>"No ganaba nada con preguntarse qué hacía allí a esa hora y con esa gente, los <span style="background-color: white;">queridos amigos tan desconocidos ayer y mañana, la gente que no era más que </span><span style="background-color: white;">una nimia incidencia en el lugar y en el momento".</span></b></span></i></div>
<br />
<div style="text-align: center;">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Suelo ser muy quisquillosa con eso de las citas, pues si bien concuerdo con Milán Kundera en que "gente hay mucha, ideas pocas", reconozco también que esas pocas ideas pueden expresarse de muy diversas maneras y el arte de la escritura está basado, precisamente, en una selección y combinación de palabras y puntuación, que da como resultado una expresión con cierta cadencia, con un ritmo especial, con una precisión punzante o alegre según aquello de lo que se esté hablando. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Las palabras en general -por supuesto- no son de nadie, ni tampoco las ideas, pero la forma en que son articuladas produce efectos muy variados y lo mínimo que puede hacerse con un autor que se ama o con el que se establece algún tipo de resonancia es darle el crédito por ese afortunado hecho de haber dicho lo que tantos sienten como poquísimos pueden expresarlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Las comillas son gratis, dije ese día y me sostengo. De su uso depende la diferencia -nada sútil- entre el homenaje y el plagio.</span></div>
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-3087140990938450142012-06-17T23:41:00.001-03:002012-06-17T23:43:32.754-03:00Decid: ir<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDMxmMo5-sE6bDswVzYTlq4cAa7dFOclcoXvNyiuBe9MfEg9FzpxTGAFgzaLi614mHV-JZbVGFJ6Jb4aiyEg-UFtmzayF50RPGxIYLbenjVVw9NrPMPQgI2tsU35yeShqPyGgt97ObluE/s1600/un+viaje.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgDMxmMo5-sE6bDswVzYTlq4cAa7dFOclcoXvNyiuBe9MfEg9FzpxTGAFgzaLi614mHV-JZbVGFJ6Jb4aiyEg-UFtmzayF50RPGxIYLbenjVVw9NrPMPQgI2tsU35yeShqPyGgt97ObluE/s1600/un+viaje.jpg" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No es que las cosas pasen cuando tienen que pasar: pasan cuando pasan, simplemente, y lo que importa es lo que cada uno hace con aquello que sucede. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Venir a Argentina, por ejemplo, fue algo que anhelé durante largo tiempo y que hubiera podido hacer -de haber contado con la suficiente valentía- mucho antes. Pero no. Innumerables razones me llevaron al aplazamiento: antes de los 16, no tenía ni el dinero ni la autonomía suficientes para tomar semejante decisión y después, habiendo empezado a estudiar en la Universidad, pensé que era mejor terminar la carrera primero, y entre tanto llegaron los amores y el trabajo y cada año, entre más decisiones tomaba, más lejos quedaba ese deseo adolescente y literario de habitar en la tierra que había visto nacer a mis más ilustres e impersonales mentores. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Tuvo que venir mi hermano antes para que yo me sacudiera, para despertar de mi letargo y revivir con una intensidad desconocida mis ganas de Sur. El incómodo prodigio estaba obrado. Removí todo lo que lenta pero implacablemente había comenzado a anquilosarse y comencé una seguidilla de rupturas que un día de octubre, por una ilusión de estabilidad laboral, dejé en suspenso. Crecer tiene muchas trampas y las peores se activan cuando uno tiene un título y todas las expectativas propias y ajenas advienen como imperativos de seguridad, de crecimiento profesional, de ascenso económico. Ya no está uno para alimentar sueños infantiles, menos en un país que ofrece tan pocas oportunidades como el mío, en el que todo reconocimiento y oferta de trabajo tiende a ser valorado por encima de cualquier cosa, considerándose casi pecado rechazar labores que estén bien remuneradas porque uno no siente que allí vaya a ser feliz. La felicidad no sólo parece un lujo para pocos sino una elección ociosa y romántica, más digna de lástima que de admiración o aprobación. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Dejé todo en suspenso otra vez aunque el impulso me había alcanzado para buscar unas cuantas maestrías que parecían interesantes y escribir correos preguntando por condiciones y precios. Fue un primer paso minúsculo, pero que tuvo su importancia después, cuando tras un semestre de una maestría carísima -como todas en Colombia- que no me había gustado y la idea de cambiarme a otra más costosa todavía, supe con todo mi cuerpo y sin asomo de duda que era ahora o nunca. Tenía 27 años, un novio maravilloso y un gato, vivía sola en un apartamento alquilado pero que me gustaba, había pasado por un año extrañísimo -de cierta bonanza pero de muchas angustias- y estaba cerrando un ciclo en el trabajo más terrible que tuve jamás.No era fácil -nunca iba a ser fácil- pero esa "impresión cataléptica" (de la que habla Sexto Empírico, y que Martha Nussbaum retoma para explicar el conocimiento del amor) estaba ahí, irrefutable, diáfana, imperiosa: <i>Ahora o nunca. </i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-TXZ7elu37sNOMDyYR9iwYK6hukqRorzCeIELhyphenhyphenp5VhRvu7iSm8ws9CG7KS1kcoEwMrnNfsRCBOnNrkrC5rjFceCsSY_TzHgl4T7n_uiz7FfIsnciCWR3-zk_VJMINqBxKnwPAs1yGMY/s1600/Fotos+iPod+615.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-TXZ7elu37sNOMDyYR9iwYK6hukqRorzCeIELhyphenhyphenp5VhRvu7iSm8ws9CG7KS1kcoEwMrnNfsRCBOnNrkrC5rjFceCsSY_TzHgl4T7n_uiz7FfIsnciCWR3-zk_VJMINqBxKnwPAs1yGMY/s320/Fotos+iPod+615.JPG" width="240" /></span></a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Elegí "ahora" porque sabía que el "nunca" se convertiría en un peso imposible de llevar en mis años posteriores. Busqué, escribí, presté atención a algunas cosas y no a otras; hice la apuesta de postularme a una beca aunque sabía que las posibilidades de ganármela eran escasas, y aunque tenía que elegir una maestría de una lista que no había considerado antes. Así, por un asunto más formal que de voluntad, escogí la Universidad de La Plata y esta ciudad, una Maestría en un área que no había considerado estudiar, y de la concatenación entre las cosas que pasaron y las que no, resulté aquí, viviendo en un cuadrado milimétricamente diseñado para perderse pero que ahora puedo recorrer sin tantos extravíos, conociendo gente que llegó también por sus propios azares o que siempre estuvo aquí, y con la que seguramente no me habría cruzado de haber venido antes. Antes no habría escogido La Plata -hubiera sucumbido ante el cliché de Buenos Aires-, ni habría elegido una carrera de posgrado con una vocación tan social. No estaba destinada a venir ni antes ni después: simplemente llegué y confluí con unas condiciones particulares, con unas personas que por aquí pasaban y he buscando construir, a partir de esos encuentros inesperados, un momento para estar feliz, para recordar, para aprender y disfrutar, dure lo que dure.</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">___________________________________________________________</span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sobre la impresión cataléptica y el conocimiento del amor:</span><br />
<a href="http://saavedrafajardo.um.es/WEB/archivos/Antioquia/011/Antioquia-011-05.pdf"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">http://saavedrafajardo.um.es/WEB/archivos/Antioquia/011/Antioquia-011-05.pdf</span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-1153472496061760632012-06-06T12:31:00.000-03:002012-06-06T12:31:06.753-03:00Otro desafortunado efecto del invierno<div style="text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #333333; line-height: 18px; text-align: left;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span></span></div>
<div style="font-size: x-large; text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="text-align: left;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb2cHHKn_EYVbpcHkpTnIh42qt9cYwfjSMDpwI2SzjuYFS2dxyyFX0ureNwMTlhtFUttW9jItxfM8IxCHSozuAqGtRgkoMun1LzVpnD4BxE5YbVv3lb_VVXcyFb3cHvOi2ya_UK8GS6KQ/s1600/cortazar0028.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgb2cHHKn_EYVbpcHkpTnIh42qt9cYwfjSMDpwI2SzjuYFS2dxyyFX0ureNwMTlhtFUttW9jItxfM8IxCHSozuAqGtRgkoMun1LzVpnD4BxE5YbVv3lb_VVXcyFb3cHvOi2ya_UK8GS6KQ/s320/cortazar0028.jpg" width="320" /></a></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="text-align: left;">Tengo tanta ropa encima que me siento como un "clochard" de los de Rayuela. Ah, qué cruel es la vida: empezar con pretensiones de Maga, descubrir que se está más cerca de Oliveira y terminar en clochard. Lo llamaré "síndrome de degradación rayueliana" y en mis memorias constará que vine a padecerlo en Argentina (aunque tendría que haber sucedido en París).</span></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-75302295001872066002012-05-16T11:26:00.000-03:002012-05-16T11:26:41.835-03:00El miedo revivido<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Una bomba en Bogotá, muertos, heridos, terror. No es que esto me haya idignado más que otras cosas, que estas víctimas se me hagan más importantes por estar en una ciudad. No. Quienes me conocen saben que los estragos del conflicto y la violencia sin tregua de Colombia me duelen siempre, cada día, que últimamente hasta me dedico a estudiar lo que ha pasado a ver si al menos entiendo alguna cosa. Y todavía no, pero sigo en el camino. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Lo de ayer me tocó de otra manera porque removió recuerdos profundos y dolorosos, me hizo revivir la sensación de zozobra con la que crecí, el miedo de todo, los estruendos que sonaban casi siempre lejos pero que una noche llegaron a escasas cuadras de la puerta de mi casa. Yo tenía diez años, eran las siete de la noche, habían acabado de servirme la comida (spaggettis, ¡cómo olvidarlo!) y estaba con mis hermanos, uno de siete, que también comía, y el otro de meses, que gateaba por el cuarto. Nos disponíamos a ver Carrusel -un programa infantil que no nos perdíamos-, estaban dando el comercial de Marcelino Pizza y Vino que lo antecedía cada tarde cuando se vino el estallido, la oscuridad absoluta, los gritos de mi madre preguntando por el bebé, yo tirando el plato, corriendo a buscarlo a tientas en el punto de la habitación donde lo había visto segundos antes, cargándolo mientras lloraba. Reunirnos todos, buscar una linterna, corroborar que la ventana de la sala y la del cuarto de mis padres habían volado por completo, que la cama de ellos (donde mi papá estaba acostado mirando un noticiero) estaba llena de vidrios pero él había alcanzado a saltar sin que le pasara nada. Salir a la calle, preguntar, hablar con los vecinos, oír que había heridos, que a una muchacha que pasaba se le incrustaron mil esquirlas en el cuerpo, que la bomba era por esto o por lo otro, que la pusieron junto a un poste de luz, que habían sido 10 o 30 kilos de explosivos. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Era tarde, demasiado como para conseguir quién reparara las ventanas, así que tuvimos que pasar la noche sin vidrios, temiendo que algo más pasara, que alguien entrara aprovechando que, aunque estábamos en un edificio, el piso era bajo y había quedado a merced del frío y los ladrones. Tuvimos que encerrarnos todos en un ala de la casa, la del otro lado, en la que las ventanas habían resistido. Mamá, papá y tres niños asustados guardando todo lo que tuviera algún valor en un solo cuarto, acostados en la misma cama, abrazados y sin dormir mucho, esperando que amaneciera para ver qué otros daños había, qué nuevas noticias se tenían y llamar a alguien que reparara las ventanas y les pusiera un vidrio reforzado. La vida tenía que seguir, con precauciones cada vez más extremas, pero seguir. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">***</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">A veces</span><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> parece que lo olvidara, pero la verdad es que toda la vida he tenido miedo. Por eso fue tan bello ese momento fugaz, cuando llegué a vivir a La Plata, en que me sentí tranquila, caminé sin temores por las calles de una ciudad en plena madrugada con los audífonos puestos, sin ninguna clase de paranoia. Duró poco, fue una sensación basada en el desconocimiento y la fascinación de la novedad, pero por fortuna no me pasó nada y alcancé a saber por un instante lo que se siente ir por la vida sin tener miedo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-13054438486526143232012-04-08T21:58:00.000-03:002012-04-08T21:58:44.145-03:00Bienvenidos sean los treinta<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu7SF11G_3q5Fj-u0cYFUO5xDI_cPy66qXmgW7Qm6ueUDfN3Pa9iIOnLzIF7zw2lsX_1hDxyl6-3vInR_bhA-UeCJPe-z-r1vr-7Z-W3bM7bypA30co_JjNdcCVKs42xdFL4V2N-aP3hI/s1600/L2.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu7SF11G_3q5Fj-u0cYFUO5xDI_cPy66qXmgW7Qm6ueUDfN3Pa9iIOnLzIF7zw2lsX_1hDxyl6-3vInR_bhA-UeCJPe-z-r1vr-7Z-W3bM7bypA30co_JjNdcCVKs42xdFL4V2N-aP3hI/s200/L2.png" width="179" /></a></div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif;">
Como siempre he sido una mujer de plazos cumplir, llegaré puntual a la cita con mis treinta años. Hace tiempo sabía que estaban en camino, sentía sus pasos acercarse, y en cuestión de horas tocarán a las puertas de mi alma y yo les abriré sin ocultar mi desconcierto, pero invitándolos a pasar para que se reúna con los otros veintinueve que he vivido ya y que han dejado sus marcas -unas visibles, otras vedadas- en esto que por ahora he llegado a ser. </div>
</div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
Siempre me he prometido que no seré de las que se quitan años u ocultan la edad que tienen detrás del trillado "¿cuántos me pones?" que se lanza como respuesta evasiva ante cualquier indagación de esa índole. Desde mañana tendré treinta, y lo diré con cierto temor al principio, como quien ha llegado a un territorio que no conoce y sobre el que se tejen toda clase de mitos. Los muy jóvenes siempre miran esa edad como un punto sin retorno en el que la vejez empieza a cernirse inevitablemente sobre uno. Los que ya la cruzaron o la están transitando afirman que es la mejor época de la vida y, por supuesto, ahora que estoy parada ante esa puerta quiero creer que es cierto, aunque supongo que luego oiré lo mismo respecto a los cuarenta y los cincuenta.</div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
Por ahora sólo sé que me da la impresión de ser un buen momento, pues sigo siendo joven pero ya no soy la ilusa o ingenua de los dieciséis, ni tampoco la irreflexiva de los veintitrés. De todo lo que fui he procurado aprender y ahora trato simplemente de vivir bien, de no chocar de más con el mundo, de estar dispuesta para lo que los días me traigan y hacer con ello lo que me parezca que es mejor, aun si mil veces me equivoco. He aprendido a ser clara, a expresar lo que quiero y no hacer lo que no quiero, a escoger en dónde y con quién estar, a no quedarme callada por guardar las apariencias, pero también a tener cuidado con los otros, a ser sincera sin caer en la franqueza descarnada.</div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Trebuchet MS",sans-serif; text-align: justify;">
Suena todo a balance, qué cosa. Lo bueno es que puedo declararme satisfecha. </div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjadVfF2Z1ma4tELoSnKobu0CX4Rtfa0V7o5R92RDSIPROn0_GWv9TSkzTrBRIUbI5-AqptNLtMfdvIm-xfd8JDcpJ_caqu_20B6LvmQ2IFs5WJRW5PttEYzM58vrvEEpBHfEeRtreUIA/s1600/Mujer%2520fuego.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="218" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjadVfF2Z1ma4tELoSnKobu0CX4Rtfa0V7o5R92RDSIPROn0_GWv9TSkzTrBRIUbI5-AqptNLtMfdvIm-xfd8JDcpJ_caqu_20B6LvmQ2IFs5WJRW5PttEYzM58vrvEEpBHfEeRtreUIA/s320/Mujer%2520fuego.jpg" width="320" /></a></div>
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-85639459013624426922012-04-03T00:26:00.000-03:002012-04-08T22:12:39.811-03:00Impresiones encontradas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPtp_58U7Y_ZSiaMnH7hRcdsavYKZ1cl_2BEsnEtIDSPwYZZeyWDeXMLPT_bUG7JsldnOW_Rkq1At0lZq_NIohOqTdVJ1ltL0saQsLWvFfJqhvXl0xbrB68M43OJJyV2sKDPmSKEN4MvE/s1600/iPod+Mardazul+338.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPtp_58U7Y_ZSiaMnH7hRcdsavYKZ1cl_2BEsnEtIDSPwYZZeyWDeXMLPT_bUG7JsldnOW_Rkq1At0lZq_NIohOqTdVJ1ltL0saQsLWvFfJqhvXl0xbrB68M43OJJyV2sKDPmSKEN4MvE/s200/iPod+Mardazul+338.JPG" width="200" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; text-align: justify;"><span id="goog_1255134155"></span><span id="goog_1255134156"></span>No sé cómo empezar ni por dónde, pero quiero decir algo sobre un par de amonestaciones o advertencias con cariño que recibí sobre mi blog. Dos amigos muy cercanos, que me conocen hace tiempo y a quienes quiero mucho, me dijeron en tono preocupado que tuviera cuidado con lo que escribo, que no me expusiera tanto, que encontraban "muy personales" algunos de los escritos que he publicado en mi blog. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo leo y releo y me digo que sí, que es cierto, que hay cosas muy personales, pero no encuentro que haya ningún problema en ello. Mi blog, de hecho, es un espacio personal, no profesional; no aparece en mi currículo ni está asociado a mi cuenta de correo "seria", no lo difundo más que entre mis amigos y contactos de twitter y, aunque ellos lo compartan y de ese modo pueda llegar a ser leído por desconocidos, no hay ninguna referencia a cómo me llamo o dónde he trabajado como para estar atemorizada acerca de sus efectos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Aunque me pregunto, ¿cuáles efectos? ¿Qué sería lo tan malo que me podría pasar si se supiera que soy yo quien escribe esas reflexiones sobre un viaje, una beca, tres ciudades, lo que me ha implicado ser mujer, lo que siento respecto del lugar que me vio nacer y en el que he visto morir a tantos? ¿Por qué es inconveniente expresar y dar a conocer ciertas cosas que pienso y siento y que, -según he podido constatar desde que creé <span style="font-style: italic;">Pasajera en trance- </span>otras personas<span style="font-style: italic;"> </span>también han sentido? </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9zYWVt5eZxWr2hiokQdMmNwyNl2FL1j1U95lJgwlnAYXfcT17PEv-6aGG6nu7HqCTi2059q8DpZ-HSfhIyHkYTv8ObGfznL1niNHRPhgyese-dNqczl3pEkPRjJnWIcSgHKHWqs4MLPE/s1600/iPod+Mardazul+335.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg9zYWVt5eZxWr2hiokQdMmNwyNl2FL1j1U95lJgwlnAYXfcT17PEv-6aGG6nu7HqCTi2059q8DpZ-HSfhIyHkYTv8ObGfznL1niNHRPhgyese-dNqczl3pEkPRjJnWIcSgHKHWqs4MLPE/s320/iPod+Mardazul+335.JPG" width="320" /></a><span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Sigo releyendo. Hablo de cómo vivir en Argentina fue un sueño muy temprano, explico por qué elegí títulos y pedazos de canciones para nombrar ese espacio virtual en el que escribo, cuento cómo viajo, qué suscitan en mí las estaciones, qué cosas extraño, qué me gusta de los lugares que he conocido, qué se ha vuelto paisaje, qué palabras me hace falta usar, cómo viví mi regreso temporal a Medellín y algunas cosas que se me ocurren ante acontecimientos puntuales, como la balacera del 7 de febrero o el día de la mujer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> Caigo en cuenta de algo: mis dos amigos me expresaron sus reservas sobre lo que escribo después del texto del 8 de marzo. E intuyo que lo que les hizo ruido no fue tanto que mencionara que durante años peleé con la idea de ser mujer, o que diga que mi padre me dedicaba "Niña bonita", o que jugaba fútbol (aunque también muñecas). </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No. Me temo que eso no es lo personal que les inquieta. Lo que encendió sus alarmas -creo- fue que entre las varias cosas que menciono digo sin eufemismos que odiaba menstruar. Y eso no se dice. Las mujeres a duras penas podemos decir que estamos con la regla o que nos llegó el período, y en contextos más informales he oído un rebuscadísimo: "tengo al América de Cali jugando de local". Aquí en el sur hay que decir: "estoy indispuesta", por más vital que uno se sienta. Pero preferiblemente no debemos decir nada al respecto, con ninguna palabra, sobre todo no con aquella que más directamente nombra eso que nos sucede cada mes salvo que la maternidad o la menopausia acechen. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Puedo estar equivocada y voy a preguntarles; seguramente no fue sólo eso y hay otras razones más elaboradas y sensatas. </span><span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Uno de ellos se refirió a que las cosas que digo podrían no ser bien vistas en futuros lugares de trabajo. El otro, con mucha cautela y afecto, me expresó sus diferencias respecto a la difusión abierta de relatos tan íntimos. Agradezco su cuidado y su preocupación, pero no comparto sus temores ni sus reservas. </span><span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-style: italic;">Pasajera en trance</span><span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span><span style="color: #444444; font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">es, más que cualquier otra cosa, un ejercicio literario, un lugar para pensar en voz alta y, también, para hacer visibles ciertas facetas de mí misma que suelen quedar ocultas debajo de mis silencios cotidianos. Nada de lo que he publicado me parece demasiado íntimo o por lo menos se trata de cosas que no me molesta ni me perturba que se sepan. Siempre pienso en eso antes de dar el clic final. </span></div>Unknownnoreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-79858486264625055972012-03-27T12:18:00.000-03:002012-03-29T10:01:01.024-03:00En esta estación me bajo yo<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2xtBzthp9gjOQkDvFEoL-B-HLretA4qVBVjnQNXTX3-8VGe2xe1kvAuF8YX3uGlFIKUfJr2Aw0h71QC9zb5YNobFfCAUIaiArznAV6vVdGRy0nwT44m5eDFwgVcnq_ndVcZGBSbbf2dM/s1600/estaciones2.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh2xtBzthp9gjOQkDvFEoL-B-HLretA4qVBVjnQNXTX3-8VGe2xe1kvAuF8YX3uGlFIKUfJr2Aw0h71QC9zb5YNobFfCAUIaiArznAV6vVdGRy0nwT44m5eDFwgVcnq_ndVcZGBSbbf2dM/s320/estaciones2.jpg" width="320" /></a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Confirmado: no me gustan las estaciones. Ese salto extremo de los muchos grados a los ínfimos me hace mal, me daña el genio, me agrieta los días. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los extremos no son lo mío. Qué vivan el trópico y la dialéctica, los puntos intermedios, los calorcitos suaves, el viento fresco pero no gélido.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Te quiero mucho, Argentina, pero nunca podré acostumbrarme a tus vaivenes. No llores por mí, que de las lágrimas me encargo yo. </span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;">Imagen tomada de: <a href="http://magic-astrid-potter.blogcindario.com/2011/12/00235-un-ano-mas-salvador-novo.html">http://magic-astrid-potter.blogcindario.com/2011/12/00235-un-ano-mas-salvador-novo.html</a></span></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-53194013629292668542012-03-08T21:46:00.000-03:002012-03-08T21:50:53.813-03:00Y nací mujer...<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcwp22RCDL8hELma4P6FfpCgILqB-QKmqcx327VxL2Bvc2zMAR1Jh1-U2CpJDAbZo1j0kY3d6jlKyDDlXndNvH7-0_n2U2aTa4V5l0Y6yJNXo_TLtKkSKopycJhNMPDOlba6ka8J6yayU/s1600/untitled.bmp" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="232" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcwp22RCDL8hELma4P6FfpCgILqB-QKmqcx327VxL2Bvc2zMAR1Jh1-U2CpJDAbZo1j0kY3d6jlKyDDlXndNvH7-0_n2U2aTa4V5l0Y6yJNXo_TLtKkSKopycJhNMPDOlba6ka8J6yayU/s320/untitled.bmp" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ser mujer fue algo que simplemente me pasó. Mi padre puso su cromosoma
"x" y, plaff, resultó que su primogénita fue una niña, aunque el
nombre que siempre había pensado para tan importante ocasión era masculino. Por
fortuna después llegaron mis hermanos, ambos varones, y pudo usar su amado
nombre (reflejo en pequeño del suyo) sin hacer maromas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Igual algo de ese deseo de que fuera niño me transmitió, unas dosis de
manera inconsciente y otras cuantas cuando, en cada cumpleaños me cantaba o me
hacía cantar "Niña bonita", pretendiendo que semejante confesión me
hiciera feliz. No sé si conocen la canción pero, para que sepan, empieza
diciendo lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo creo que a todos los hombres<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">les debe pasar lo mismo<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que cuando van a ser padres<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">quisieran tener un niño<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Luego les nace una niña<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">sufren una decepción<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">y después la quieren tanto<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">que hasta cambian de opinión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cada cumpleaños -lo confieso- terminaba secretamente enojada, y a eso
de los once comencé a protestar oficialmente por esa dedicatoria obligada que
al final decía que a uno lo querían mucho, pero casi que por pura resignación.
Igual no hubo poder humano que impidiera que mi papá siguiera vinculándome con
ella y todavía jura y come tierra que es la canción más bella que un padre
puede dedicarle a su hija. Y yo aprendí a quererlo así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El caso es que jamás fui demasiado femenina, jugaba fútbol cuando no
estaba de moda entre las mujeres, me vestía con ropa bastante ancha y alguna
vez uno de esos niños que derrochan sinceridad, luego de mirarme fijamente por
varios minutos tuvo que preguntarme que yo qué era: si niño o niña (para
entonces yo tendría unos trece años). Claro que también tuve muñecas, vestí
barbies, me puse tiernos vestiditos, pero a la larga me hacían más feliz los
planes más gamines y me gustaba salir a correr por el barrio o montar en
patines que reunirme con mis amigas a jugar con el pequeño pony. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Mi mamá, pese a que me miraba con cierto desconsuelo, nunca me impidió
que hiciera lo que quería, no me obligó a quedarme quietecita y bien sentada,
no se enojó cuando le dije que yo con mucho gusto le ayudaba a organizar la
casa si mis hermanos también lo hacían y, en una muestra de estoicismo supremo,
se resignó ante mi negativa rotunda a tener fiesta de 15. A esas alturas,
parece que comprendió que ya nada podía hacer para cambiarme y convertirme en
muñequita y decidió quererme así, tan impulsiva y repelente como era. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Hoy me puse a pensar en esto por aquello del día de la mujer, del que
han hablado todo el día en las redes sociales -unos dejando flores virtuales,
otros burlándose, unos cuantos más recordando el sentido histórico de esta
fecha y muchas también expresando la molestia que les causa-. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSiA5ikpsO-cTzh-OUIf1DjRZVZEu7dLZemlob90oJivpHmENQKR-ury4g9cwaD29Stba0stuRuKT4o7JStpxuRk_HOga1wq5Gmsp2ijZOxr6L1fJCPBG6NJrrgMsB0hhoYSsgfqrg6lg/s1600/dedorgoth-erogothique.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSiA5ikpsO-cTzh-OUIf1DjRZVZEu7dLZemlob90oJivpHmENQKR-ury4g9cwaD29Stba0stuRuKT4o7JStpxuRk_HOga1wq5Gmsp2ijZOxr6L1fJCPBG6NJrrgMsB0hhoYSsgfqrg6lg/s320/dedorgoth-erogothique.jpg" width="192" /></a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Me dio por hacer memoria y recordé que durante mucho tiempo peleé con
la idea de ser mujer, me daba rabia sentirme más débil, odiaba menstruar, me
indignaba tener que disfrazarme para asistir a ciertos lugares y fui mil veces
impertinente cuando pretendieron que yo supiera hacer cosas domésticas por el
simple hecho de ser niña. Un poco tarde me llegó la aceptación también a mí,
comencé a ver el mundo y a encontrarme con mujeres encantadoras que me
mostraron que hay muchas maneras de ejercer la feminidad, que no hay que
renegar de lo rosado para trascender los estereotipos, que hay muchos hombres
que respetan y admiran a las mujeres inteligentes y valientes, que no es verdad
que todos las prefieran brutas y rubias y que, por lo demás, pocas son así.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Tuve la fortuna de que me permitieran ser como quise, de que no me
metieran en moldes y ahora que ya he vivido media existencia puedo afirmar sin
dudarlo que me gusta ser mujer, tener la sensibilidad alborotada, compartir la
histeria con mis amigas, poder conseguir pequeñas cosas con una simple mirada,
ser cuidada y cuidar a otros, hacer cada día lo que se me canta.</span><o:p></o:p></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-91154121897427288102012-02-13T02:09:00.005-03:002012-02-13T02:12:17.924-03:00Medellín, entre el miedo y la esperanza<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-wgtKYTiBq8OXGfAe2B2qOdyt3nfBYjw7emvQEjB1HO_Voj9UHcftGBu0FeJ07IoBEXOlmDTdV767VJtKfHvz07vvDYhNGRICRpEEQeb9JYAriif1lwX0HWYEzqBU6jmH5mzZSgO3Kzs/s1600/editada8.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh-wgtKYTiBq8OXGfAe2B2qOdyt3nfBYjw7emvQEjB1HO_Voj9UHcftGBu0FeJ07IoBEXOlmDTdV767VJtKfHvz07vvDYhNGRICRpEEQeb9JYAriif1lwX0HWYEzqBU6jmH5mzZSgO3Kzs/s320/editada8.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">No me tocó la balacera del 7 de febrero estando en casa, pero todos dicen que fue aterradora y demasiado larga. Una explosión primero y luego disparos aquí y allá, de sonidos variados, de resonancias más o menos hondas que permitían inferir que el enfrentamiento era entre varios combos y que había toda una gama de armas diferentes, peligrosísimas todas, de esas que cada vez tienen más largo alcance.</span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: right;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Yo estaba en la calle con unos amigos y eso era casi peor que estar con mi familia en la casa, pues si por casualidad venía llegando en ese instante, alguna cosa horrible me podía suceder. La cosa horrible sería, por supuesto, que una bala perdida (una más perdida que todas las que estaban saliendo a ráfagas) me encontrara en el camino y me dejara tendida por ahí, herida o muerta según lo que el azar llegara a disponer. Previendo tan trágico destino, mi hermano me llamó a preguntarme dónde estaba, me avisó lo que pasaba y me dijo que no me demorara... al menos no mucho. Tenía que demorarme un poco, calcular al tanteo los minutos del peligro porque irme en ese momento era arriesgarme, pero quedarme afuera mucho rato también. Recordé entonces cuando el que no había llegado era él y las que llamábamos a hacer las advertencias éramos mi madre y yo, y que es una historia de todos los días en esta puta ciudad que se llama Medellín, que adoro con toda el alma pero en la que siempre, siempre, he tenido miedo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">El lunes la balacera fue en Belén, pero las hay cada semana aquí o allá, y las balas más perdidas (porque todas lo son) alcanzan a niños, a estudiantes en plena Facultad, a muchachas que ven televisión en la sala de su casa, a señores que vuelven del trabajo en Metrocable. A veces las cosas se calman y a uno hasta se le olvida que el peligro está acechando, pero eventos así, donde lo que se oyen no son tres tiros de sicario sino los ecos continuados de un enfrentamiento, nos recuerdan que aunque mucho se ha hecho aquí no se ha solucionado nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5EJzkuHcLHSYggFYZRKI1WPVwbA9wqs94SqSGRVzbgVrvNoekJXBQk_BErCmC2oEbBdiBIZkrYq8A17QBDaM_l4KKqz7R1GRCZKKyLlN8U-K9F4s3y4x4hXEYoZYv3WdnjaS95NEVz18/s1600/IMG_3107.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg5EJzkuHcLHSYggFYZRKI1WPVwbA9wqs94SqSGRVzbgVrvNoekJXBQk_BErCmC2oEbBdiBIZkrYq8A17QBDaM_l4KKqz7R1GRCZKKyLlN8U-K9F4s3y4x4hXEYoZYv3WdnjaS95NEVz18/s320/IMG_3107.JPG" width="320" /></span></a><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Siempre quise creer en el eslogan de Fajardo, ese que repitió en sus viajes por el mundo: "Medellín, del miedo a la esperanza", pero aunque es verdad que la esperanza ha empezado a ganar terreno, también lo es que el miedo persiste y es inmenso. El eslogan es muy bonito y expresa una esperanza en sí mismo, pero no nos lo podemos creer. No podemos ni aunque queramos, porque la realidad -implacable como siempre- está ahí para mostrarnos que no se ha dado un paso <i>desde</i> lo uno <i>hacia</i> lo otro, como cosas que se dejan atrás. Sin embargo, la mera coexistencia indica ya que el miedo no prevalece solito sobre nuestro valle de lágrimas, y eso, aunque no sea victoria, ya es ganancia: una pequeñita, pero que se puede potenciar. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Contada así, reconociendo más bien que Medellín está <i>entre</i> el miedo y la esperanza, veo una historia en la que puedo creer y de la que quiero hacer parte a ver si alguna vez se puede decir lo otro con plena convicción, habiendo pasado de verdad de un lado al otro. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">---</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><span style="font-size: x-small; text-align: right;">(Imagen 1 tomada de: </span><a href="http://www.ecbloguer.com/revelacionesdelbajomundo/?p=2714" style="font-size: small; text-align: right;">http://www.ecbloguer.com/revelacionesdelbajomundo/p=2714</a><span style="font-size: x-small; text-align: right;">)</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-size: x-small; text-align: right;"><br /></span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> </span></div>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-85027799991449994692012-01-12T02:26:00.001-03:002012-01-12T02:36:50.226-03:00Entretanto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF3znWuvoBUMAIx6VnQqX_jrAnozfnIq9Depx_2wemOGMXZe5zidK7sEfxkeclGVv8wKeFtey1MifQyGQbTJ8ABVcKoLwreVKQ4x7eUUGJdqioNgaaKzx7D2LvcM0-Sii9DfWap6ca8fo/s1600/iPod+Mardazul+311.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; text-align: justify;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF3znWuvoBUMAIx6VnQqX_jrAnozfnIq9Depx_2wemOGMXZe5zidK7sEfxkeclGVv8wKeFtey1MifQyGQbTJ8ABVcKoLwreVKQ4x7eUUGJdqioNgaaKzx7D2LvcM0-Sii9DfWap6ca8fo/s320/iPod+Mardazul+311.JPG" width="240" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Como otras palabras más forzosas no me salen, escribiré aquí, en esta especie de bitácora pública que, más que del viaje, parece serlo ahora de mi vida. Lo quiero hacer desde hace varios días, especialmente por la sensación que imperó en mí cuando estuve de visita en Palinuro, pero también por otras cosas que he pensado y he vivido en estos días vertiginosos del regreso momentáneo. Ya se ha ido casi un mes y no he parado, no he terminado de saludar a todos los amigos ni visitar los lugares a los que me propuse ir. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Tal vez todo sería más sencillo si tuviera una lista pero nunca me han gustado, y las pocas que he hecho en la vida han sido sistemáticamente ignoradas y luego encontradas por ahí en inoficiosos papelitos o archivos olvidados. Prefiero confiar en mi memoria e ir haciendo acuerdos de encuentros o simplemente no tener nada previsto y salir a caminar para ver adónde me llevan los pasos y las ganas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La visita a "Palinuro, libros leídos" fue una experiencia así en una tarde que quedó libre y que decidí dedicarle a esas tertulias espontáneas con Luis, el librero y amigo de todos que siempre lo recibe a uno con una sonrisa y mil historias. Casi nunca está sólo él pues el espacio, aunque pequeñito, tiene un magnetismo impresionante que atrae a jóvenes y a viejos, a adultos recientes y a adolescentes tardíos, a niños de todas las edades y, casi siempre, todo termina en una conversación de amigos espontáneos y esporádicos unidos por un vínculo ineludible con la palabra y las historias. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNfF4b3rrQUj_o3c3_aV8pcBQzo2xMghg4Rcx7E8zCX6kxdfASsDv0aSFj0YjAz8L_6SrIyVgBflae_u3ymL9vaSoHuKAe77K8tTE1o4LAyTFCzuZbuMb8IChqf84FV6j8nd3aIvN7eQc/s1600/IMG_2839.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><img border="0" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNfF4b3rrQUj_o3c3_aV8pcBQzo2xMghg4Rcx7E8zCX6kxdfASsDv0aSFj0YjAz8L_6SrIyVgBflae_u3ymL9vaSoHuKAe77K8tTE1o4LAyTFCzuZbuMb8IChqf84FV6j8nd3aIvN7eQc/s320/IMG_2839.JPG" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Siempre que paso una tarde en Palinuro salgo feliz y renovada, aunque también un poco inquieta por el camino que elegí, por esa psicología que no se me nota y esa academia a veces tan fría, tan árida y escueta. Nunca he dejado de escribir ni de leer literatura, pero cuando salgo de allí no puedo evitar pensar que es más lo que no leo y no escribo, que claudiqué muy pronto, que terminé caminando nada más que por las márgenes aunque ese centro me convoque tanto. Hay algo amargo en esa plenitud pasajera, un leve desgarramiento producido por el desajuste entre el sentimiento de que ese es mi lugar y la constatación de que no es así, de que soy meramente una invitada que pasa de vez en cuando pero que nunca termina de pertenecer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Al final de cuentas creo que no importa, que ya es una gran fortuna el solo hecho de poder ser acogida allí siempre que voy, hayan pasado meses o años. Y lo es también que eso me pasa en otros lugares, que con el tiempo he ido encontrando distintos espacios donde me siento a gusto y en los que puedo toparme con gente (conocida a veces, simplemente afín, otras) con la que resueno o hago clic sin mayor esfuerzo y con la que puedo hablar tardes o noches enteras sin aburrirme, descubriendo que esa idea adolescente de que estaba sola en el mundo y era el colmo de la diferencia estaba -¡menos mal!- errada. </span></div>Unknownnoreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-80163168303979365842011-12-29T12:10:00.000-03:002012-01-02T14:04:02.527-03:00Volver<title></title>
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<!--
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-->
</style>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjumvPqqBtHesNWmHYCtiZ8CzroEB47UyhNpEoDANbX7yCOvQ1-B-zvCdpON04hbBCVETHI0P00_Zfl6QMblUj5lDDKPe1Pzq1nHjknWXm6FzzwiUlZqyjNI2aDUwsUeEYoKZTzOmbnQeA/s1600/volver.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjumvPqqBtHesNWmHYCtiZ8CzroEB47UyhNpEoDANbX7yCOvQ1-B-zvCdpON04hbBCVETHI0P00_Zfl6QMblUj5lDDKPe1Pzq1nHjknWXm6FzzwiUlZqyjNI2aDUwsUeEYoKZTzOmbnQeA/s320/volver.jpg" width="320" /></a></div>
<div align="JUSTIFY">
<span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-weight: normal;">Y
el ansiado, temido y cacareado regreso, aconteció. Volví a Medellín
en plan de vacaciones, en pleno fin de año y por momentos me da la
impresión de no haberme ido nunca. Volver a lo propio, al lugar que
es de uno y que conformó gran parte de lo que uno es, se torna una
operación casi natural. </span></span></span></div>
<div style="margin-bottom: 0.21cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">La
ciudad tiene cosas nuevas, pero es en esencia la misma y estar en
ella, recorrer sus calles y visitar los lugares que me gustan es como
retomar la vida luego de haberle puesto “pause", como a una
película. Al menos eso parece al principio y a grandes rasgos,
porque entrados en detalles y mirando más de cerca, la película no
se detuvo. Por supuesto que no lo hizo pues, para empezar, no es
una. Las vidas de todos siguieron su rumbo y algunos ya no viven en
las casas que conocí, otros están casados, algunos cambiaron de
trabajo o salieron de la universidad, mi gato ahora ya no es sólo mi
mascota sino la de toda la familia y el tiempo hizo pequeñas fisuras
en los vínculos, imperceptibles la mayoría pero que en ciertos
momentos se perciben. </span></div>
</div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Nada
es grave ni irremediable; todo hace parte del camino que elegí
recorrer este año y que me llevó un poco más lejos que de
costumbre, más al sur, donde estaba puesta desde hace mucho una
parte de mis sueños. No diré que ha sido fácil: en otros escritos
he dejado entrever las dudas, la tristeza, las incertidumbres. Sin
embargo, no tengo nada de qué quejarme: ha sido lo que quise, lo que
decidí y he vivido también momentos maravillosos, me he reído a
carcajadas, he conocido la tranquilidad en todas sus formas, he
aprendido lo indecible. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Los
que me conocen hace tiempo y están aquí, en el lugar al que volví
y desde donde hoy escribo, han sabido acompañarme en mi decisión y
en la distancia, haciéndola menos pesada y abriendo de nuevo sus
brazos a mi retorno, haciéndome otra vez un lugar en el mundo. Y los
que están allá, en mi nuevo espacio vital, me han recibido con toda
la disposición para hacerme sentir como en casa, para mostrarme cómo
se vive lejos de ella y cómo es posible querer a más personas,
hacer nuevos amigos y reconocer las muchas caras que tiene la
existencia. </span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm; orphans: 2; widows: 2;">
<span style="color: black;"><span style="font-style: normal;"><span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif; font-weight: normal;">A
los de aquí, a los de allá, a los virtuales, infinitas gracias por haber hecho de
este año uno que jamás voy a olvidar.</span></span></span></div>
<span style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<div align="JUSTIFY" style="margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-40625961324335007512011-12-05T13:34:00.001-03:002011-12-05T15:07:02.593-03:00Buenos Aires, a solas con vos<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Se
me va la vida parodiando títulos, lo sé. Usaré en mi defensa a Kundera, quien
sabiamente dijo: <span class="Apple-style-span" style="background-color: white;">“Gente hay
mucha, ideas pocas: todos pensamos aproximadamente lo mismo y las ideas nos las
traspasamos, las pedimos prestadas, las robamos”</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Esta
vez el parodiado es Gonzalo Arango (1), que tuvo su momento de soledad con Medellín
y le dedicó algunas de las palabras más bonitas que le han dicho a esa ciudad
de contrastes y pasiones. No pude evitar pensar en “Medellín, a solas contigo” a
partir de mi experiencia de los últimos días en Buenos Aires, ciudad que ha
vuelto a recibirme momentáneamente antes del viaje de vacaciones a Colombia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">A
diferencia de mi primera vez como su habitante de tiempo completo, llego a un
lugar que ya conozco, que puedo recorrer sin preguntar…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">*******</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9JtK7svARvkLl1EJnFkXeR9-Q1-3P_g_65xu2KgWsJmSZ8YGXZzF8pqgAUnq7RJhyScKmC5_rO9d-Oy0jj0vsjGrkC_t5-uWCTDENLpiOsotAAzU44hx-a3-4vW9kCjv1m3DRZdhyphenhyphenx1c/s1600/IMG_2603.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi9JtK7svARvkLl1EJnFkXeR9-Q1-3P_g_65xu2KgWsJmSZ8YGXZzF8pqgAUnq7RJhyScKmC5_rO9d-Oy0jj0vsjGrkC_t5-uWCTDENLpiOsotAAzU44hx-a3-4vW9kCjv1m3DRZdhyphenhyphenx1c/s320/IMG_2603.JPG" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Sola
en Buenos Aires. Sola y en una casa vacía. La ciudad, mi soledad y yo hechas
una cada noche, rodeadas de silencio y de un viento que llora en vez de silbar,
que por momentos parece gritar. Oscuridad parcial y una ventana en un piso muy
alto, edificios que se apiñan unos sobre otros y que no me permiten ver ni
siquiera el Obelisco, pese a que la zona en que se encuentra debería estar –al
menos en teoría- dentro del campo visual que esta altura me otorga.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cemento
y más cemento, y montones de lucecitas rojas que titilan y se burlan de mi
incomunicación forzada, me recuerdan que allá afuera hay miles de casas que
cuentan con televisión satelital e internet, mientras yo a duras penas cuento
con una lámpara para moverme por la casa. Con el paso de los días he dejado de
necesitarla. El espacio es pequeño y no hay mucho con lo que pueda tropezarme,
así que prefiero apagarla para hacerla cómplice de la oscuridad. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> *******<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Ah,
la oscuridad, ese bien tan escaso desde hace poco menos de un mes, cuando la
primavera decidió vestirse presurosamente de verano y hacer que los días sean
larguísimos y las noches de una brevedad que me agobia y me entristece porque
soy de esos seres tipo gato, que prefieren el silencio y la penumbra, que no saben
qué hacer con tanto calor y tanta luz. Pero Argentina es así, un país con
estacione, de extremos, y me dio ya su cuota de días helados y grises que
también fueron difíciles porque yo estaba acostumbrada a días –digamos–
balanceados, con sol entre las 6 y las 18 y oscuridad las 12 horas siguientes.
Pero qué se le va a hacer, es el karma de vivir al sur que tengo que asumir por
haber abandonado el centro de la tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">*******</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<o:p><span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Vuelvo
a Buenos Aires y mi soledad en ella. Del cemento he dicho suficiente, pero no
hablé todavía del ritmo de las calles, de su “acelere” perpetuo, ese estado
vertiginoso que no se detiene ni en domingo. Ayer salí a caminar por Corrientes
y estaba igual que en un día se semana, con mares de gente que caminaban
también, iban al teatro, buscaban libros, miraban un partido de fútbol, y no
uno cualquiera, pues la emoción podía respirarse y su causa estaba reflejada en
esas camisetas azules y amarillas que muchos lucían con orgullo y felicidad,
haciendo de cualquier esquina o café un ámbito de complicidad y camaradería.
Buenos Aires ayer se llamaba Boca Juniors, o al menos eso decía el eco de los
cánticos que brotaban por donde quiera que pasaba y que en la 9 de Julio con
Corrientes tomaba cuerpo en una masa cargada de banderas que celebraba cada gol
como si su vida toda dependiera del resultado del partido. Y tal vez lo hace, o
al menos lo parece en esos 90 minutos en los que ninguna otra cosa importa y
sólo puede respirarse una pasión que vibra y que los une a todos por un rato,
los saca del cacareado individualismo porteño.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> *******<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Recordé
que siempre me ha parecido mágico ese efecto de cohesión que propicia el fútbol
y que disfruto enormemente de esos momentos de finales nacionales o mundiales
cuando uno sabe que en cada casa hay al menos una persona frente al televisor,
con la vida suspendida mientras el partido se juega, y son entonces millones de
personas listas para lamentarse o celebrar lo que suceda. Pocas cosas me
sobrecogen tanto como el grito generalizado de “goooooooooooooool” o la
exclamación de un “Uhhhh” cuando algo sale mal, y que hacen eco sobre la
ciudad, un eco espontáneo que producen todas esas voces que se expresan al
unísono sin haberse puesto de acuerdo previamente, sin estar reunidas en ningún
lugar particular, estando por una vez cada tanto tiempo conectadas en torno a
lo mismo, a un ideal superfluo quizá, pero que da cuenta de que existe al menos
la posibilidad de comunión, aunque no dure. Lo efímero no quita lo sublime.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"> *******<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">Cosas
así me hace pensar Buenos Aires cuando estoy a solas con ella, y otras tantas
que tal vez escriba después, cuando el cansancio deje de vencerme. </span><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7xVcmMDO3_yl34ZhjJxTTOTDJ5seHzoCaXfaqv5blPXhC_x6gZWJbZwZwc69XJcUCedNxFUQB1Pklmg3UfqHEO8o9H82SmL8icF0NUafjs2pYxDY-mOYdwYtCgmClcrXP-jVp4oGMRKw/s1600/IMG_2596.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7xVcmMDO3_yl34ZhjJxTTOTDJ5seHzoCaXfaqv5blPXhC_x6gZWJbZwZwc69XJcUCedNxFUQB1Pklmg3UfqHEO8o9H82SmL8icF0NUafjs2pYxDY-mOYdwYtCgmClcrXP-jVp4oGMRKw/s400/IMG_2596.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;"><br /></span><br />
<div style="text-align: left;">
<span class="Apple-style-span" style="font-family: 'Trebuchet MS', sans-serif;">(1) Aquí, "Medellín, a solas contigo": <a href="http://www.gonzaloarango.com/ideas/medellin.html">http://www.gonzaloarango.com/ideas/medellin.html</a></span></div>
</div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-4952012829159493472011-11-26T19:56:00.001-03:002011-11-28T23:47:57.347-03:00Más duele<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj998MbQ7-hl3AXEmg2DNyCTAdr4dK-Jd-GJqMAF-4FT7CxY2hDokEzb_0ICIVuUd00KXAzLn48Csh-SjtkkglmXWstPF-TP15MG3lQ_i8eiem0prEzLLaQqyP6T9bh1GCUfF5Z3ioY3y0/s1600/bandera.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj998MbQ7-hl3AXEmg2DNyCTAdr4dK-Jd-GJqMAF-4FT7CxY2hDokEzb_0ICIVuUd00KXAzLn48Csh-SjtkkglmXWstPF-TP15MG3lQ_i8eiem0prEzLLaQqyP6T9bh1GCUfF5Z3ioY3y0/s1600/bandera.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
No sé si duele más, pero se ve distinto, tristemente peor. Hablo de mi país, de esa Colombia que se sigue desangrando sin clemencia, esa en la que hace ya demasiados años no pasa un solo día sin que alguien sea asesinado. El sábado fueron cuatro más, cuatro miembros de la fuerza pública que llevaban más de una década secuestrados y a los que las FARC asesinaron por la cercanía del ejército, como si no les hubieran quitado ya suficiente vida, como si ese secuestro prolongado no hubiera sido más que atroz.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
...<br />
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Trato de ser objetiva, de pensar que es una probabilidad que siempre estuvo, que la lógica de la guerra es así. Pero de sólo pensarlo, me asalta el desconcierto: ¿cuál lógica de la guerra? ¿acaso tiene sentido la guerra, sobre todo esta que consume a Colombia hace tantos años? Por supuesto que ha de tener alguno, que es rentable para muchos, no sólo económica sino también políticamente. Claro que hay una lógica ahí, perversa, pero lógica al fin y al cabo, una de tantas posibilidades de esa naturaleza humana ante la que yo, como psicóloga, no me debería sorprender. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Pero el saber no lo libra a uno del sentir, todo lo que he leído no me alcanza para entender lo que sucede o, más bien, para comprender que haya tanta gente dispuesta a vivir matando y mucha más gente acostumbrada a vivir entre muertos, a veces pasándoles literalmente por encima para ir a estudiar o a trabajar. Me digo también que eso es comprensible, que es un mecanismo adaptativo, que de otra manera habría sido insufrible la existencia para varias generaciones de colombianos, incluyendo la mía. Sólo que de lejos se me hace increíble que de verdad hayamos aprendido a vivir así y estemos tan poco interesados en dejar de hacerlo, que sigan siendo tan pocas las voces que se levantan contra la violencia, la desigualdad, la corrupción, la falta de oportunidades, los abusos del estado y de los grupos armados, y otros mil problemas que tenemos y que nos parecen tan normales, o al menos tan parte de lo que somos que ni nos inmutamos por cambiarlos. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Nunca me he sentido ni orgullosa ni avergonzada de ser colombiana, puesto que la nacionalidad no se elige, pero la distancia sí ha hecho que piense más detenidamente en lo que implica, en los estigmas que cargamos y nos encargamos de perpetuar, en la forma tan dañina que tenemos de relacionarnos con el mundo, sobre todo con el más cercano, el que menos vemos.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
Como escribía hace poco en twitter, a veces me parece que Colombia no es un país, es un colapso con presidente. Y tanto del colapso como del presidente somos todos responsables, por más que no esté dentro de nuestros planes aceptarlo. </div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<object class="BLOGGER-youtube-video" classid="clsid:D27CDB6E-AE6D-11cf-96B8-444553540000" codebase="http://download.macromedia.com/pub/shockwave/cabs/flash/swflash.cab#version=6,0,40,0" data-thumbnail-src="http://3.gvt0.com/vi/U5Srx_O4sVM/0.jpg" height="266" width="320"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/U5Srx_O4sVM&fs=1&source=uds" />
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<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-8482633768779383026.post-48308563875765731932011-11-04T17:44:00.001-03:002011-11-13T21:02:38.627-03:00Cerca de la revolución<div style="text-align: justify;">
El ángel vigía. Así se llamaba el recital de Charly al que fui hace un par de semanas en Buenos Aires. Ya sabía yo que iba a morir de la emoción, pues bastaba poder escuchar <i>Desarma y sangra</i> en vivo para que la felicidad ante tanta belleza me invadiera. Y claro que eso pasó, pero las emociones fueron más. Sobre todo porque no esperaba ver a un Charly tan lúcido y tan conectado con el público, pues hace años nos tiene acostumbrados a actuaciones erráticas y olvidos de letras que le perdonamos siempre porque a un dios no se lo juzga.<br />
<br />
Iba preparada para verlo no tan bien, y mi sorpresa fue inmensa cuando lo descubrí lleno de energía, bailando, tocando el piano y acompañado por una banda fenomenal con un nombre provocador: The prostitution. Al principio todo era silencio y cuando empezaron a proyectar las carátulas de todos sus discos acompañadas de pequeños fragmentos de canciones, supe de una forma contundente lo que había presentido siempre: que de Charly y todos sus grupos es la banda sonora principal de mi vida, así como la de muchos otros que han descubierto en la hermosura desgarrada de sus letras un espejo de las propias angustias y alegrías.<br />
<br />
Muy pronto dejé de cantar y comencé a gritar, a unirme a ese coro espontáneo que atestaba el Gran Rex y que adoraba a ese genio que le ha visto mil veces la cara a la locura y a la muerte hasta volverlas sus eternas compañeras, las que persisten pero no se lo pueden llevar a ningún lado porque la vida que lo inunda siempre ha sido más fuerte.<br />
<br />
Al borde de la euforia clamé <i>I´m not in love, </i>y ya cerca del delirio, con los ojos cerrados y subida a una silla (de la que después amable y civilizadamente me pidieron bajar) descubrí lo profundo que me llega la letra de <i>Esos raros peinados nuevos.</i><br />
<br />
Todo era fuerza y fiesta, rock en estado puro que llegó al éxtasis cuando después de mucho pedir que regresara nos dio tres canciones más que no estaban incluidas en el programa: Cerca de la revolución, Fanky e Instituciones, esta última ya sin la parsimonia de Sui Generis, vuelta energía desbordada, convertida en rabia y más rock.<br />
<br />
Les dejo algunas fotos y vídeos, todos pésimos por la distancia del escenario y la precariedad de mi cámara, pero una muestra al fin de lo que viví esa noche:<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dySEPVBNpaXUYP3aIRNu5_skRPMqo7xdqtdwQSVmUS5GjP8MQ1mtYgQT76Dt2s884iHvL05ZwUAH2SYdP3u-g' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWhqoYlJWgjqVIpruG_B-5gkGB0bC2-Pw-Sz_7jQmMVvrjI5OXbTeOwImAw6ni1Edcp9wAOFK7ynvPjji2jAXzYaXJCqO6u_d3J0SGCWT10Mad9OIxByZDCGSuLYOqNDuJW_zLT5BYks/s1600/IMG_2346.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgiWhqoYlJWgjqVIpruG_B-5gkGB0bC2-Pw-Sz_7jQmMVvrjI5OXbTeOwImAw6ni1Edcp9wAOFK7ynvPjji2jAXzYaXJCqO6u_d3J0SGCWT10Mad9OIxByZDCGSuLYOqNDuJW_zLT5BYks/s400/IMG_2346.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.blogger.com/video.g?token=AD6v5dyO5rkH57UHQvKlVkuqrJ4b-v_svkcgx2muVet9trQ4eRSzmKYuq0C3xdeYBiuone8H4YD_U-SB_FTnhpK07Q' class='b-hbp-video b-uploaded' frameborder='0'></iframe></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<br /></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhASYBD7JwW0mBKyGYvur_bJnaS8lN6TnLqxx6cZJd9ubSj_PlfpfLDFQp2HvTpJwWdUTSnS7HZfe-Vs3LlZMFObc9tkav4mY0wy5AABDajH-K1cJVqJBWGgUYEzmEeEtiIBrISFWY4YG4/s1600/IMG_2342.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhASYBD7JwW0mBKyGYvur_bJnaS8lN6TnLqxx6cZJd9ubSj_PlfpfLDFQp2HvTpJwWdUTSnS7HZfe-Vs3LlZMFObc9tkav4mY0wy5AABDajH-K1cJVqJBWGgUYEzmEeEtiIBrISFWY4YG4/s400/IMG_2342.JPG" width="400" /></a></div>
<br />
<br /></div>Unknownnoreply@blogger.com0